ABC – 27/04/16
· Agotada la última oportunidad, Don Felipe dejará correr los plazos y en la medianoche del próximo lunes al martes disolverá las Cortes.
· Los próximos comicios serán los primeros que convoque el Rey, y no el presidente del Gobierno.
La última oportunidad para evitar nuevas elecciones quedó agotada ayer, después de que el Rey constatara que «no existe un candidato que cuente con los apoyos necesarios». Por lo tanto, tras la tercera ronda de consultas, Don Felipe no propuso candidato alguno a presidente del Gobierno y ahora dejará correr el plazo que marca la Constitución para disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones. Será el próximo lunes, 2 de mayo, cuando se cumplan dos meses desde la primera investidura fallida. Esa medianoche, Don Felipe firmará el Real Decreto de disolución de las Cortes y convocatoria de comicios, que entrará en vigor el día 3 con su publicación en el Boletín Oficial del Estado. En ese mismo decreto se anunciará la fecha de la nueva cita electoral, el 26 de junio, exactamente 54 días después. Así terminará la legislatura más corta de la historia reciente, después de 111 días.
El estreno del artículo 99.5
Será la primera vez que el Rey convoque elecciones generales desde que se restauró la democracia, porque los doce procesos celebrados desde 1977 fueron convocados por los distintos presidentes del Gobierno y sancionados por el Monarca. Esta vez, al ser las circunstancias excepcionales, se aplicará por primera vez el artículo 99.5 de la Constitución, en lugar del 115, y será Don Felipe quien convoque las elecciones con el refrendo del presidente del Congreso, Patxi López.
Don Felipe trasladó su decisión al presidente de la Cámara baja a las siete y media de la tarde de ayer, poco después de que el último de los políticos consultados, Mariano Rajoy, abandonara el Palacio de La Zarzuela. Don Felipe convocó a Patxi López y, en cuanto éste salió de su despacho, la Casa del Rey hizo un comunicado en el que anunciaba lo siguiente: «Su Majestad el Rey, tras valorar la información que le han trasladado los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria que han comparecido en las consultas, ha constatado que no existe un candidato que cuente con los apoyos necesarios para que el Congreso de los Diputados, en su caso, le otorgue su confianza».
El comunicado agregaba que «Su Majestad el Rey ha comunicado al señor presidente del Congreso, don Patxi López Álvarez, que no formula una propuesta de candidato a la Presidencia del Gobierno. Todo ello a los efectos de lo previsto en el artículo 99 de la Constitución».
Así terminaba la tercera y última oportunidad para dotar a España de un Gobierno después de las elecciones del pasado 20 de diciembre, las primeras cuyos resultados no otorgaban al partido más votado suficientes apoyos para la investidura de su candidato. Más de cuatro meses después de aquellos comicios, el Rey constató ayer el fracaso de los políticos, que no han sido capaces de reunir suficientes apoyos para recibir la confianza del Congreso.
A su salida de La Zarzuela, Patxi López declaró que «al Rey, seguramente como a la inmensa mayoría de los ciudadanos, le hubiera gustado que aunque complejo y difícil, todo esté proceso hubiera concluido teniendo un gobierno». El presidente del Congreso reconoció que «es verdad que (Don Felipe) lo ha tenido más difícil que (su padre, Don Juan Carlos) en anteriores ocasiones», pero agregó que lo que valora el Rey es que, a pesar de «cierto bloqueo político», no se ha producido «bloqueo institucional» y las instituciones han funcionado con normalidad.
El tiempo se acaba
Aunque el plazo para elegir presidente del Gobierno termina el 2 de mayo, en realidad ya no queda opción alguna de un acuerdo de última hora, como ocurrió en la Generalitat de Cataluña, porque la Constitución establece unos mecanismos que no habría tiempo de volver a poner en marcha antes del próximo lunes.
En caso de que surgiera de repente un candidato con suficientes apoyos, el Rey tendría que convocar una nueva ronda de consultas, constatar dichos apoyos y proponer su nombre al presidente del Congreso. Además, debería convocarse un pleno de investidura, en el que tendría que obtener mayoría absoluta, y en caso de que no lo lograra, 48 horas después se sometería a una nueva votación en la que debería obtener más votos a favor o en concreta.
Aunque algunas formaciones políticas estuvieron escenificando ante la opinión pública sus deseos de llegar a acuerdos hasta el último momento, lo cierto es que todos los políticos que pasaron por el despacho del Rey acabaron abordando con Don Felipe la celebración de las nuevas elecciones. En este sentido, el Monarca les pidió que no cansaran a los ciudadanos y no hicieran campañas especialmente gravosas para la economía del país.
ABC – 27/04/16