ABC 02/07/16
· «No se puede construir un mundo mejor desde el enfrentamiento»
El Rey advirtió ayer en Cataluña, ante el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de que «no se puede construir un mundo mejor desde el egoísmo, el temor o el enfrentamiento», por lo que instó a «aprender a convivir, a entenderse y respetarse» en sociedades «cada vez más diversas, más plurales, más complejas y menos unánimes». Don Felipe también defendió una conducta ética «que nos defina personalmente como individuos íntegros».
En su segundo discurso tras las elecciones generales, y dos días después de apelar desde Navarra al diálogo para conseguir un país mejor, el Rey volvió a insistir ayer en la necesidad de buscar el entendimiento para avanzar. Lo hizo durante la entrega de los Premios de la Fundación Princesa de Girona, que presidió junto a Doña Letizia. «El mundo de hoy exige colaborar y cooperar, aprender a convivir, a entenderse y a respetarse», afirmó.
Puigdemont escuchó las palabras del Rey junto a los consejeros de Presidencia, Neus Munté, y de Empresa, Jordi Baiget, así como la alcaldesa de Gerona, la también convergente Marta Madrenas. Además estuvo en el acto la delegada del Gobierno en Cataluña, María de los Llanos de Luna.
No acudió Fernández Díaz
A diferencia de las dos últimas ediciones, esta vez no acompañó a los Reyes el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que protagoniza en estos días una polémica por las grabaciones de sus conversaciones con el director de la Oficina Antifraude catalana. Quien acompañó ayer a Don Felipe y Doña Letizia fue el secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín, y la Casa del Rey aclaró que corresponde exclusivamente al Gobierno decidir quién ejerce en cada caso el papel de «ministro de jornada».
Don Felipe ya había coincidido en diversas ocasiones con Puigdemont desde que fue investido presidente de la Generalitat, y la cordialidad entre ambos fue una de las notas de la jornada. Además, el Rey se mostró muy cercano y cariñoso con los más de mil asistentes a la ceremonia, que le recibieron con una cálida ovación de bienvenida.
En su intervención, la mitad en catalán y el resto en español, el Monarca apuntó que «nada podemos o debemos hacer sin firmes valores» y que «nada positivo construiremos sin el cimiento de unos principios sólidos que nos guíen en nuestra conducta; sin una ética que nos defina personalmente como individuos íntegros y como miembros solidarios de la sociedad en la que formamos parte».
Don Felipe aseguró que «en un mundo lleno de dificultades tenemos que alzar la vista para entender lo que pasa a nuestro alrededor y saber qué tenemos que hacer» para garantizar el mejor futuro para las nuevas generaciones, un mensaje que repitió con un perfecto catalán frente a un Palacio de Congresos de Gerona lleno, sobre todo, de jóvenes talentos. A ellos les dijo que «sois para toda España un motivo de esperanza».
Talento y convivencia
El Rey también hizo un llamamiento para que «ningún talento, ninguna capacidad, ninguna ilusión se desperdicien por falta de apoyo». Durante su discurso, Don Felipe reiteró la necesidad de tener valores, afán de superación y de responsabilidad, así como puntales de convivencia y de progreso para que la sociedad avance de forma óptima.
La amena entrega de premio –que contó con actuaciones en directo, charlas en las que participó el director de cine Juan Antonio Bayona y números de ilusionismo– estuvo presentada por el consagrado empresario Pau GarciaMilà, que fue uno de los galardonados en su primera edición, cuando era un joven emprendedor. De hecho, GarciaMilá recordó cómo hace seis años el entonces Príncipe de Girona le entregó el premio. El Rey también se acordó de aquella entrega y agradeció a Pau su apoyo a la Fundación. Los Reyes seguirán esta mañana en Gerona, donde tienen previsto mantener un encuentro informal con jóvenes y mentores.