El Rey: «Mandar es servir, y no habrá día en el que deje de recordar este principio»

Un día como ayer de hace 28 años Don Felipe acompañaba por primera vez a los Reyes a la celebración de la Pascua Militar. Lo hacía con el uniforme color caqui de cadete del Ejército de Tierra, como alumno de la Academia General Militar de Zaragoza. Estaba a punto de cumplir la mayoría de edad y de jurar la Constitución como Heredero de la Corona. Ayer, Don Felipe regresó al Palacio Real, acompañado por Doña Letizia, para presidir por primera vez como Rey esta ceremonia castrense.

Vestido con el uniforme azul marino de capitán general de la Armada, recordó las enseñanzas que recibió entonces en las tres academias militares, donde le inculcaron una forma de entender el mando como servicio a los demás. Una filosofía de vida que se quedó grabada en el militar, pero tambiénbién en aquel joven que entonces estaba llamado a reinar.

«Siento el honor y la responsabilidad enormes que supone ser vuestro Mando Supremo», afirmó ante las autoridades civiles y los 200 hombres y mujeres que acudieron al Salón del Trono en representación de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil. «Pero como muchos bien me enseñaron, algunos aquí presentes –agregó–, mandar es servir; y no habrá día en el que deje de recordar este principio».

Dureza y austeridad
Tampoco habrá día, agregó el Monarca, en el que «deje de sentir una inmensa gratitud y admiración hacia los hombres y mujeres que eligen, o eligieron, servir a su Patria, a sus conciudadanos; con la exigencia, dureza y austeridad de la vida militar; con la entrega, hasta de la vida si hiciera falta, en la defensa de España y de nuestros intereses, compromisos y alianzas internacionales».

El Rey pronunció estas palabras tras presidir en la Plaza de la Armería una ceremonia castrense, que ayer recuperóp su formato habitual, tras verse rereducida en los últimos años por los problemas de movilidad de Don Juan Carlos. Acompañaron a los Reyes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; los ministros de Defensa, Pedro Morenés, y de Interior, Jorge Díaz Fernández; el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez, y el jefe del Cuarto Militar, Juan Ruiz Casas.

Don Felipe siempre ha estado muy vinculado con el Ejército. La primera vez que lució un uniforme militar tenía nueve años. Fue el 28 de mayo de 1977, cuando firmó su filiación en el Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey número 1, en el que ingresó como «soldado de honor».

Igual que hacía su padre, el nuevo Rey se dirigió ayer a los militares y guardias civiles como «queridos compañeros» y les expresó su gratitud por su «compromiso de lealtad y servicio a España y a la Corona». En este punto, destacó que «algunos de nuestros compañeros» han sellado ese compromiso «incluso perdiendo la vida en acto de servicio». «Su sacrificio, y el de quienes resultaron heridos en el cumplimiento del deber, deben perdurar en nuestras memorias como ejemplo de entrega y abnegación. Hoy quiero hacerles llegar a ellos y a sus familias nuestra gratitud, permanente apoyo, cercanía y cariño», afirmó.

Don Felipe también tuvo unas cariñosas palabras en recuerdo de Don Juan Carlos: «A él dedico en este día el homenaje de gratitud y respeto que merece de todos nosotros».

«Por nuestra gran Nación»
En su mensaje a los militares, el Rey recordó el «deber ineludible» de «administrar los recursos de la forma más eficaz y eficiente posible» para poder responder a las amenazas, «no siempre predecibles», y reconoció el prestigio que los miembros de las Fuerzas Armadas se han ganado en el exterior, «llevando a gala la combinación de valentía, humanidad y empatía que tanto caracterizan al soldado español». Don Felipe les animó a seguir trabajando «con la misma abnegación, disciplina y lealtad por nuestra gran Nación» y terminó sus palabras con un «¡Viva España!», que fue respondido con un «¡Viva el Rey!».