ABC 20/09/16
· Don Felipe reclamó ante la ONU una respuesta generosa «en la medida de nuestras capacidades»
La primera jornada de Don Felipe y Doña Letizia en Nueva York se desarrolló, ayer, en una urbe totalmente colapsada por el trafico habitual, unido a la abundante lluvia y a las extraordinarias medidas de seguridad derivadas de dos «actos terroristas» cometidos mientras un elevado número de jefes de Estado y de Gobierno están en la ciudad.
Desde el hotel en el que se hospedan durante su estancia en Nueva York, el Rey se trasladó a primera hora de la mañana a la blindada sede de Naciones Unidas, y Doña Letizia lo hizo dos horas después. Entre reuniones bilaterales y encuentros con viejos amigos y conocidos, llegó el momento estelar de la primera jornada del Rey en la Gran Manzana: su intervención en la reunión de alto nivel sobre grandes desplazamientos de refugiados y migrantes. Ante un auditorio integrado por muchos más mandatarios de países emisores que receptores de personas, Don Felipe dio una de cal y otra de arena: «Nuestra responsabilidad es acogerlas (a las personas) en la medida de nuestras capacidades para que puedan llevar una vida digna», afirmó. Pero sobre todo dio en el clavo cuando recogió el sentir mayoritario de los españoles y pidió respeto para los valores de los países de acogida.
Generosidad y respeto
«Las sociedades de hoy y del mañana son y serán diversas desde el punto de vista étnico, cultural y religioso», relató, pero este hecho, advirtió, «puede y debe ser compatible con el respeto a los valores que deben ser observados en los países de acogida». Estas palabras de Don Felipe en la ONU se producían no solo en un momento puntual de amenaza terrorista en Nueva York, sino también en pleno debate en Europa, tras los últimos atentados, sobre la necesidad de adoptar medidas para que la acogida de refugiados sea segura para los países receptores.
Pero si a los inmigrantes y refugiados les pidió respeto, a los países receptores les reclamó «generosidad». «Quienes han sido expulsados de su hogar por la fuerza tienen que saber que cuentan con nuestro apoyo para atender sus necesidades y poder ejercer y, sobre todo realizar su derecho al regreso, a volver a su tierra». También adelantó «la plena disposición de
España» para trabajar con el máximo empeño en la elaboración y negociación de los dos pactos sobre emigrantes y refugiados, que deberán ser suscritos en 2018.
La experiencia española
Ante dos decenas de altos mandatarios, el Rey expuso la enorme experiencia española en cuestiones de emigración, que, según dijo, ha dado «buenos resultados» y agregó que «la actitud de España ha venido siempre inspirada por la voluntad de contribuir a amortiguar un drama humano de primera magnitud».
Durante la primera jornada en la ONU, el Rey mantuvo cuatro encuentros bilaterales: con el Emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani; con los presidentes de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y de Colombia, Juan Manuel Santos, y con el Príncipe Heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Nayef bin Abdulaziz. La Casa del Rey no informó del contenido de estas reuniones, aunque este diario pudo saber que en la conversación con Santos, de unos 40 minutos, se habló del proceso de paz en Colombia.
Además de estos encuentros formales, el Rey coincidió en las instalaciones de Naciones Unidas con otros mandatarios, con los que estuvo conversando distendidamente, así como con representantes europeos como Donald Tusk y Federica Mogherini, y los portugueses Jorge Sampaio y Antonio Guterres, que aspira a relevar a Ban kiMoon al frente de la ONU.
Una vez finalizados los actos programados en Naciones Unidas, los Reyes tenían previsto reunirse esta tarde (de madrugada en España) en la sede del Instituto Cervantes con destacados españoles residentes en Nueva York y relacionados con el mundo académico, de la investigación, la cultura, el arte y la sociedad.