ABC – 07/01/16
· Don Felipe y Doña Letizia presidieron la tradicional Pascua Militar acompañados por un presidente del Gobierno y dos ministros en funciones.
· Terrorismo: «Ha golpeado cruelmente, de manera ruin y cobarde, arrebatando la vida a ciudadanos de países amigos y a compatriotas».
· Sobre la UME: «Un ejemplo de unión entre milicia y sociedad» y «una referencia fuera de España».
El Rey estrenó ayer el nuevo año oficial en el mismo lugar donde despidió al pasado: el Salón del Trono del Palacio Real. Trece días después de transmitir su Mensaje de Navidad desde el imponente salón, Don Felipe presidió la Pascua Militar, la cita anual que los Monarcas mantienen todos los 6 de enero con las Fuerzas Armadas desde hace más de dos siglos y también con la Guardia Civil. A diferencia de lo ocurrido en Nochebuena, ayer el Rey no hizo ninguna referencia a los resultados de las elecciones del 20 de diciembre que, por primera vez, no garantizan suficientes apoyos a ninguno de los candidatos para ser presidente del Gobierno. El acto de ayer no era el contexto adecuado para insistir en sus llamadas al entendimiento.
De la misma forma que a los militares se les exige que no se involucren en la política, la política no podía marcar el mensaje del Rey a los militares. Además, Don Felipe habló como mando supremo de las Fuerzas Armadas. No sólo lucía el uniforme de gala de capitan general del Ejército de Tierra, con la banda de San Hermenegildo cruzada en el pecho, sino que además, en ese mismo acto, el Rey recibió la bengala de capitán general de manos del jefe de Estado Mayor de la Defensa. La bengala es un bastón que simboliza históricamente el mando supremo de los Ejércitos. Don Juan Carlos la recibió en el 25 aniversario de su reinado, y Don Felipe, al año y medio de su proclamación.
Ceñido al contexto
Acompañado por la Reina y por un presidente del Gobierno y dos ministros (Defensa e Interior) en funciones, el Rey ciñó su discurso al contexto y dejó al margen la complicada situación política. Reconoció la «gran labor» de las Fuerzas Armadas, rindió homenaje a quienes «entregaron su vida por los demás» y pidió firmeza y unidad frente a la «embestida brutal» del terrorismo, que ha arrebatado la vida «a ciudadanos de países amigos y a compatriotas nuestros».
«Frente a estas agresiones no cabe el desaliento», afirmó. «Antes al contrario, quienes en cualquier lugar atacan nuestros derechos y libertades se deben encontrar con una reacción valiente y decidida de unidad y firmeza en la defensa de nuestro modelo de convivencia».
Insistió Don Felipe en que esa defensa ha de estar «basada en nuestra fe en los irrenunciables valores democráticos». Unos valores que «abrazamos convencidos y con la determinación y el coraje por defenderlos. Porque garantizar la libertad y los derechos de los ciudadanos es una exigencia y una responsabilidad de nuestro Estado de Derecho», agregó.
Ejemplo de patriotismo
Fue un mensaje dirigido fundamentalmente a los militares, pero también a los civiles «que defienden los derechos de España más allá de nuestras fronteras». De ellos dijo que «están dando un ejemplo extraordinario de patriotismo, de solidaridad y de compromiso con la paz y la seguridad».
El Monarca también aprovechó su intervención para defender los «mismos valores que inspiraron a nuestros antecesores y que caracterizan a nuestra sociedad» y recordó que «somos hombres y mujeres de honor, y la honradez y lealtad debe presidir todas y cada una de nuestras actuaciones». También se refirió el Rey a las operaciones desarrolladas en el exterior y en colaboración con los aliados internacionales para garantizar la paz y la estabilidad. «Todas estas colaboraciones internacionales y el magnífico trabajo realizado por la Institución Militar confirman una vez más a España como una Nación con vocación y capacidad de liderazgo, como un socio responsable, fiable y leal con los compromisos internacionales asumidos».
Ademas, el Rey pidió que se siga trabajando «para que quienes, tras servir a la Patria durante algunos años, se desvinculan de las Fuerzas Armadas, puedan acceder en buenas condiciones al mercado laboral».
Don Felipe tuvo palabras de reconocimiento para las Fuerzas Armadas «por la gran labor que realizáis, particularmente también cuando en situaciones de emergencia o catástrofe se ha reclamado vuestra presencia y actuación» y en este sentido citó a la Unidad Militar de Emergencias, a la que puso como «ejemplo de unión entre milicia y sociedad». «Se ha convertido en un modelo de referencia fuera de España», afirmó y agregó que «estos días hemos visto un ejemplo claro de ello en su contribución para luchar contra la ola de incendios que ha azotado muchas localidades del norte de nuestro país».
Como es tradicional, la celebración de la Pascua Militar empezó con una parada en la plaza de la Armería del Palacio Real. Los Reyes fueron recibidos con el himno nacional y una salva de 21 cañonazos, que se dispararon desde el Campo del Moro. Mientras Don Felipe pasó revista a una formación de la Guardia Real, Doña Letizia saludó con la mano al numeroso público que se congregó para ver el desfile. Ya dentro del Palacio, los Reyes recibieron en la Saleta Gasparini a las distintas comisiones militares y, tras el saludo, se dirigieron al Salón del Trono, donde el Rey impuso veinte condecoraciones.
ABC – 07/01/16