ABC – 31/07/14
· «Siempre mantendremos un recuerdo muy vivo» de ellos, dice Don Felipe.
Ayer se cumplieron cinco años desde que la banda terrorista ETA perpetró su último atentado con víctimas en España. El 30 de julio de 2009, los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá perdían la vida en Palmanova (Mallorca) por el estallido de una bomba lapa colocada bajo su coche. Felipe VI no quiso olvidar este trágico aniversario del doble asesinato y ayer dedicó unas palabras a las víctimas del terrorismo en una recepción que ofrecieron los Reyes en el Palacio del Pardo a los responsables del dispositivo de seguridad montado con motivo de su proclamación.
«Siempre mantendremos un recuerdo muy vivo de todos los que no nos pueden acompañar en un día como hoy porque empeñaron su vida al servicio de los ciudadanos», dijo el Rey ante más de un centenar de policías, guardias civiles y sanitarios que velaron por su seguridad el pasado 19 de junio. Tras agradecer el trabajo de los 9.000 agentes que participaron en su proclamación, Don Felipe, acompañado de Doña Letizia, quiso resaltar también la labor de los caídos combatiendo el terrorismo que «dedicaron su vida hasta las últimas consecuencias por atender y cuidar a los ciudadanos». La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, también se sumaron al emotivo homenaje del Monarca. El titular de Interior también quiso expresar su «sentido recuerdo» a las víctimas y a sus familiares.
No es la primera vez que el Monarca manifiesta su cariño y cercanía hacia las víctimas. Desde que Don Felipe asumió la Jefatura de Estado hace poco más de un mes, es la segunda ocasión en la que expresa públicamente su admiración por estas personas. En su primer acto oficial como Rey, quiso que fueran los representantes de estos colectivos los que protagonizaran junto a él la primera foto de familia. También tuvo palabras para ellos en el discurso de su proclamación.
Actos en Mallorca
Cinco años después del atentado, el cuartel provisional de Palmanova (Calviá) en el que servían los guardias civiles asesinados se ha convertido en un Juzgado de Paz. En esta localidad costera no se celebraron ayer homenajes oficiales por expreso deseo de las familias, pero sí una misa por la tarde a la que acudieron las autoridades de Baleares.
De forma espontánea, algunos vecinos han colocado ramos de flores en el lugar del atentado, donde una placa recuerda su trágica muerte. Entre quienes se acercaron a rendir homenaje a su memoria se encontraban los padres de Diego Salvá, que guardaron unos minutos de silencio en el lugar donde a las dos de la tarde una bomba lapa segaba la vida de su hijo. Al igual que Sáenz de Tejada, el día del atentado, Salvá apenas contaba con poco más de un año de trabajo en la Guardia Civil. Ambos jóvenes forman parte de la larga lista de agentes que «empeñaron su vida al servicio de los ciudadanos», a los que ayer recordó con admiración Don Felipe.
ABC – 31/07/14