EL MUNDO 13/02/14
De tanto que le insistieron a Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell, al final se lo arrancaron de la lengua. «En el banco no contemplamos el escenario de una Cataluña independiente», dijo. Oliu estaba en Londres para presentar a los inversores internacionales de la City el plan trienal de la entidad financiera catalana y mantuvo un encuentro con los periodistas en el que fue cuestionado en activa y en pasiva por el referéndum sobre la independencia de Cataluña y el impacto que podría tener ésta en el ámbito de la economía y las finanzas. El banco «no tiene un plan B».
Acerca de si a los inversores de la City les preocupa si habrá o dejará de haber referéndum y/o independencia en Cataluña, Oliu explicó: «A los inversores no les preocupa, a mí sí, y deseo que los políticos encuentren las vías de acuerdo democrático para llegar a un pacto; hay que encauzar este tema por la normalidad democrática, y si hay que cambiar algo, pues se cambia».
«Coyuntura inestable»
A este respecto y preguntado sobre si se refería a la reforma de la Constitución, el presidente del Sabadell no fue explícito en la respuesta. «El banco es aconfesional y está por encima de la política, los negocios son los negocio, y requieren la estabilidad coyuntural de la que ahora se carece», explicó Oliu. «No veo que el mercado le de más valor [al debate] que el de una salida negociada y razonada», afirmó, para añadir que «la confianza del mercado en las variables subyacentes de la economía española no parecen haber variado».
El Sabadell está en plena fase de expansión, de manera que «queremos construir una franquicia nacional y tener un papel integrador en España», apostilló el financiero recordando que hoy en día sólo un 30% del personal o la actividad financiera del Banco Sabadell se genera en Cataluña.
La entidad bancaria, que nació en 1881 en los albores de la industrialización catalana, está en animada fase de crecimiento. Josep Oliu es uno de los ocho empresarios catalanes que forman el llamado G8, que hasta ahora no se atrevía a hablar públicamente del encaje de Cataluña en la España. José Manuel Lara, de Grupo Planeta, es el único miembro del G8, que ha alzado la voz contra el proceso soberanista.