Antonio Casado-El Confidencial

«Ser demócrata es expropiar, aunque os duela». (De las obras completas del líder de Podemos, hoy vicepresidente del Gobierno, Iglesias Turrión)

Hace unos días, el vicepresidente del Gobierno, Iglesias Turrión, se mostraba orgulloso del presidente por su trabajo en la crisis del coronavirus. Hablaba como si este fuese una figura distinta y distante en el quehacer conjunto de una coalición, pero el detalle nos sirve para descubrir que el líder de Podemos ya dice amén a todo lo que propone Sánchez.

Lo malo es que Sánchez diga amén a todo lo que propone Iglesias, porque sería una primera e insalvable causa de bloqueo al pacto para la reconstrucción económica y social que Moncloa tanteará a partir del lunes con partidos políticos, empresarios, sindicatos y comunidades autónomas. Con muy pocas posibilidades de salir adelante si tomamos nota de lo ocurrido anteayer en el Congreso de los Diputados.

En el pleno del jueves santo faltaron señales orientadas a crear un clima de confianza previo a la ronda de contactos. Más bien al contrario, asistimos al «defensivo» contraataque político de la coalición PSOE-Podemos contra el principal partido de la oposición, el PP, único imprescindible si hablamos en serio del pacto nacional reclamado por Pedro Sánchez para encaminarse hacia una «nueva normalidad».

Hemos descubierto que el líder de Podemos ya dice amén a todo lo que propone Sánchez. Lo malo es que Sánchez diga amén a todo lo que él propone

Si el contraataque no estaba concertado, lo pareció. El presidente guardó las formas, mientras los portavoces de la coalición, Adriana Lastra (PSOE) y Pablo Echenique (Podemos), competían en agravios al PP. Aquella le acusó de querer derrotar al Gobierno antes que al virus y este habló de una «derecha irresponsable» que «siembra la mentira y el odio mientras los españoles se juegan la vida».

 No parece la mejor forma de ofrecer un pacto. Eso debió pensar el líder del PP, Pablo Casado. «Si Adriana Lastra no nos ha insultado más ha sido por falta de tiempo», dijo. Así que le dieron suficientes motivos, tal vez deliberadamente, para hablar de «pacto de las lentejas» (las tomas o las dejas) y de «Gobierno arrogante» que en realidad no está interesado en lograr un frente común para superar los estragos de la crisis sanitaria.

El pacto será imposible si Sánchez apoya propuestas cargadas de ideología que siembran el pánico entre empresarios

Ese frente común es imposible mientras Sánchez siga apoyando las propuestas de Iglesias cargadas de ideología, que siembran el pánico entre empresarios y guardianes del pensamiento liberal. Véase la llamada Renta Social Extraordinaria, que Moncloa ha pactado con sindicatos y ONG. No con CEOE, aunque Iglesias lo insinuase antes de ser tachado de «manipulador» y «mentiroso» por la patronal.

Las ardientes alusiones del vicepresidente al artículo 128 de la Constitución (el interés general como pretexto confiscatorio) han hecho saltar las alarmas en la cúpula de la CEOE ante el sospechoso apagón de los artículos 33 y 38 (propiedad privada y libertad de empresa) en el discurso de un comunista confeso que estigmatiza a los empresarios y cuyas obras completas recogen su famoso «democracia es expropiar, aunque os duela».

Las alusiones del vicepresidente al artículo 128 de la CE (interés general como pretexto confiscatorio) han hecho saltar las alarmas en la CEOE

En cuanto al PP, es doctrina oficial de su fuente de pensamiento (FAES) que Podemos busca «la confiscación del esfuerzo privado en el marco de un Estado benefactor que todo lo ordena y de todo dispone». Pero así como el Gobierno considera imprescindible la presencia de la CEOE en un posible pacto nacional para la reconstrucción económica y social de España, tal y como explicó ayer la ministra portavoz, María Jesús Montero, una eventual ausencia del PP solo significaría que «los españoles no pueden contar con ellos cuando más se los necesita», añadió la ministra.