LUCÍA MÉNDEZ – EL MUNDO – 17/12/16
· 251 diputados votaron a su favor. Mariano Rajoy cantó bingo esta semana. Hace un año estuvo a punto de perecer en las urnas y estas Navidades ha colocado en el árbol tres bolitas con esos números: 251 votos. Ni la Lotería de Doña Manolita puede dar tanta suerte. La primera iniciativa parlamentaria del Gobierno –el techo de gasto, lo único que interesaba a su presidente– fue aprobada con más votos que cuando tenía mayoría absoluta. PP-PSOE-Ciudadanos, el sueño de Rajoy y de todos los Ibex del mundo, se hizo realidad en la Cámara. Hay que descubrirse.
Los «dioses de la política» –que diría Lambán– no han tocado a Susana Díaz, sino que se han derramado enteritos sobre la cabeza de Rajoy. Con la mayoría parlamentaria más raquítica de la historia democrática, estamos ante un Gobierno fuerte y robusto como un toro. Las proposiciones no de ley que aprueba la oposición para derogar las leyes del rodillo son política pop. El selfie de los martes.
No es de extrañar que José María Aznar haya salido de Faes para atizar a su sucesor un sartenazo envidioso. Él tuvo que negociar duramente con los nacionalistas cediendo cosas importantes, mientras que a Rajoy el apoyo del PSOE le ha salido a muy buen precio. Para sus críticos internos, la comodidad política de la que goza Rajoy es una provocación, una ofensa, casi un insulto del destino que ha decidido favorecer a un presidente –creen ellos– sin ideología y sin proyecto para España.
Sin dejar de reconocer sus muchos méritos políticos y personales, tampoco puede ignorarse que este Gobierno sin alternativa es deudor de los deméritos de la izquierda española. El ejército unido, bien uniformado y orgullosamente disciplinado del PP tiene enfrente a unas tropas mal equipadas, peleadas y dispersas. La alternativa al Gobierno conservador se presenta ante los españoles dividida en dos partidos, a su vez fragmentados en dos o más facciones, que se subdividen a sí mismas en sucesivos flecos deshilachados. Así se las están poniendo a Rajoy.
La derecha española tiene un líder. La izquierda una multitud. Susana Díaz, Pedro Sánchez, la Tercera Vía sin nombre, Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Ada Colau, Mónica Oltra… De ellos y de ellas depende la construcción de una alternativa a Rajoy. No es de extrañar que haya tanta gente con ganas de llorar.