JUAN CARLOS VILORIA-EL CORREO
- La flecha envenenada sería la rebelión en el sector sanitario madrileño
La oposición en la Comunidad de Madrid cree haber encontrado el talón de Isabel Díaz Ayuso. La rebelión del sector sanitario sería la flecha envenenada que Paris clavó en el talón de Aquiles y que acabó con su vida en la guerra de Troya. Ese sería el flanco desprotegido de la presidenta que enfila las próximas elecciones autonómicas de primavera con pronósticos de mayoría absoluta por una gestión liberal que cree en la libertad de mercado más que en la política de subvenciones y en el adelgazamiento fiscal más que en el engorde público. Pero la resaca de dos años de pandemia está golpeando duramente la sanidad, y especialmente a los profesionales, porque han confluido dos factores muy dañinos: el agotamiento físico y mental de muchos médicos y enfermeras y el incremento de la angustia sanitaria de una sociedad que ha visto morir a su lado a decenas de miles de vecinos. Y para empeorar las cosas, según los datos de monitorización de la mortalidad diaria (Momo), España está registrando un gran exceso de fallecimientos pese a haber neutralizado en gran parte el covid-19.
Los expertos desconocen la causa, pero en los últimos seis meses se han producido 33.165 muertes ‘no esperadas’. Ese número supera a las de los dos cursos anteriores juntos. Casi duplica las de 2020 y triplica las de 2021. Y las urgencias a reventar. Así que no resulta extraño que las consultas de atención primaria amenacen colapso. En Madrid, el 60% de los médicos citados a trabajar en los llamados centros 24 horas comunicó su baja voluntaria o lo que se llama baja sobrevenida. Aunque el problema de la sanidad no es exclusivo de Madrid. En el País Vasco, hasta ahora la envidia de todas las comunidades, ya se habla de la decadencia de Osakidetza.
Con la pandemia han aparecido las grietas de falta de medios y personal. Pero según el relato de los convocantes de las mareas blancas, la presidenta de Madrid es la responsable de que en España falten 4.000 médicos y que 20.000 hayan emigrado a Europa para ganar el triple que aquí. O de que las consultas por teleasistencia sean solo una forma de ahorrarte atender diez minutos a cada paciente. Cada palo que aguante su vela, pero hay que preguntarse: ¿quién es el responsable de que las universidades tengan un ‘numerus clausus’ tan estrecho que impide promover más licenciados en Medicina?
La salud es un reto nacional y los fantasmas de la privatización, colas y enfermos en los pasillos son un problema que trasciende ideologías. Aunque la oposición en Madrid también sabe que si hay algún tema emocional que puede arrastrar votos ese es la rebelión de los sanitarios.