Editorial, EL CORREO, 5/10/11
En la lista de las preocupaciones sociales que ha elaborado el CIS en el barómetro del mes de septiembre, destaca la caída del terrorismo hasta el décimo lugar; solo un 3,7% de los ciudadanos lo considera su mayor inquietud. Se sitúa así en el nivel más bajo de la historia de las oleadas de opinión que realiza el organismo. En la actualidad, además de mantenerse las preocupaciones de los últimos tiempos -el paro, los problemas económicos, la clase política y los partidos, y la inmigración- los encuestados sienten más inquietud por la sanidad, la educación, la inseguridad ciudadana y el fraude que por el terrorismo. De esta evidencia se desprende que la autodisolución o no de ETA es un asunto electoralmente poco relevante porque el fin de la violencia terrorista ya ha sido descontado por la opinión pública. Tampoco parece que ese final genere presión en favor de medidas de gracia a los terroristas; de hecho, el Gobierno indicaba ayer que ni siquiera con ETA desaparecida se producirán acercamientos de presos. La ley está para ser cumplida y la Constitución prohíbe taxativamente medidas colectivas de gracia en forma de indultos generales.
Editorial, EL CORREO, 5/10/11