EL CORREO 01/12/13
· El colectivo de víctimas Covite detalla en un mapa los 600 asesinatos cometidos en el País Vasco desde 1960.
Un total de 1.061 huérfanos ha dejado el terrorismo en Euskadi. Esta trágica cifra, a la par que escalofriante, forma parte del ‘mapa del terror’ que el colectivo de víctimas del terrorismo del País Vasco Covite hizo público ayer como colofón de las jornadas que celebró en San Sebastián bajo el título ‘La verdad que cura’. La presentación corrió a cargo de Maite Pagazaurtundua, miembro de la ejecutiva de la asociación.
Detrás de la creación de un proyecto de este calibre –el colectivo lleva meses recopilando información– se esconde no solo la idea de desarrollar una herramienta bibliográfica inédita hasta la fecha, sino de hacer memoria con mayúsculas. Desde Covite han manifestado en reiteradas ocasiones su preocupación por el trabajo que está desempeñando el Gobierno vasco en este campo, máxime a raíz de que saliera a la luz el informe sobre vulneraciones de derechos humanos que encargó la secretaría de Paz y Convivencia liderada por Jonan Fernández. Aquel estudio, presentado el pasado mes de junio, atribuye 837 muertes a ETA, 94 a la Policía y 73 a la extrema derecha. La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, no tardó en solicitar al lehendakari, Iñigo Urkullu, que diera a conocer los nombres y apellidos de las víctimas incluidas en el documento «en aras de la transparencia».
El mapa multimedia que ayer dio a conocer el colectivo de damnificados –aunque su presentación oficial y de manera más completa se producirá en poco más de una semana– geolocaliza los 600 asesinatos terroristas cometidos en Euskadi entre 1960 y 2009. En este último año se produjo el último atentado mortal –se han registrado cerca de 500– en el País Vasco. Fue obra de ETA y acabó con la vida del inspector de Policía Eduardo Puelles en el municipio vizcaíno de Arrigorriaga.
Elaborado en cuatro idiomas –castellano, euskera, inglés y francés–, el informe clasifica a las víctimas en función de la autoría del crimen. Es decir, del grupo terrorista que lo cometiera. Así, ETA es la banda que más muertes acumula a sus espaldas: nada menos que 550 personas. Una cifra a la que habría que sumar la de sus grupos satélites, como los Comandos Autónomos Anticapitalistas, con 23 asesinatos.
Le siguen, a gran distancia, el Batallón Vasco Español (10), los Grupos Armados Españoles (5), así como la Triple A y los GAL, con dos asesinatos cada uno. Este último grupo terrorista, de cuyo nacimiento se cumple este año el treinta aniversario, cometió dos atentados mortales en Euskadi: el de histórico dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard y el del cartero José Antonio Cardosa, al que le estalló un paquete bomba cuando realizaba su ronda habitual. El destinatario era, al parecer, Ildefonso Salazar, entonces militante de HB.
Provincias y género
Los 600 asesinatos terroristas dejaron en Euskadi más de un millar de huérfanos de padre, de madre e incluso de ambos. ETA y los Comandos Autónomos Anticapitalistas son responsables directos de 1.035 casos, el 97%. En algunos atentados, las víctimas contaban con una familia numerosa. Por ejemplo, el que fuera diputado foral de Gipuzkoa José Antonio Vivo Undabarrena, asesinado por ETA en 1974, tenía seis hijos, mientras que Lorenzo Motos Rodríguez, teniente coronel de Ingenieros, era padre de siete, aunque uno de ellos había fallecido. El mando fue ametrallado mientras se dirigía desde su domicilio en el barrio donostiarra de Amara al acuartelamiento de Loyola. Allí se encontraban, precisamente, las dependencias del Patronato de Huérfanos del Gobierno Militar de Gipuzkoa, donde estaba destinado.
Por provincias –en las que fueron asesinados sus padres–, Gipuzkoa es la que registra el mayor número de huérfanos: 536. Por detrás figuran Bizkaia, con 447, y Álava, con 78. El ‘mapa del terror’ de Covite va incluso más allá y recoge una clasificación por municipios. Las tres capitales vascas son las que contabilizan el mayor número de acciones terroristas y, en consecuencia, las que registran el mayor número de huérfanos. Un total de 147 niños perdieron a alguno de sus padres en atentados cometidos en San Sebastián, 126 en Bilbao y 46 en Vitoria. Más de una treintena padecieron la misma tragedia en Santurtzi y Rentería, mientras que otra veintena de menores sufrió la pérdida de su progenitor por atentados que tuvieron lugar en Mondragón, Elgoibar, Galdakao o Pasaia.
El proyecto multimedia, del que ayer se dio a conocer una pequeña parte, aborda también los crímenes terroristas desde una perspectiva de género: de las 600 víctimas registradas en Euskadi en las últimas cinco décadas, 581 fueron hombres y 19 mujeres. En función de la profesión que desempeñaban en el momento de su asesinato, la mitad de las víctimas pertenecían a la Policía o la Guardia Civil. De ahí que Covite quisiera aprovechar sus jornadas para no solo premiar la labor llevada a cabo por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la lucha contra el terrorismo, sino para recordar que se trata del colectivo más castigado por esta lacra. Un 8% de los asesinados –49 personas– eran empresarios, un 6,5% militares, un 4% políticos y un 1,8% funcionarios. En este último apartado se incluye a los trabajadores de prisiones y a los jueces. Mientras que 172 víctimas, casi un 29%, desempañaban otro tipo de trabajo: chóferes, panaderos, taxistas, carteros, mecánicos, periodistas…
Fotos inéditas
El mapa incorpora un motor de búsqueda que permitirá a los usuarios encontrar datos como qué tipo de armamento se utilizó en cada atentado –pistolas, subfusiles, bombaslapa…–, las edades de las víctimas por franjas –por ejemplo, de 18 y 20 años– o el número de atentados perpetrados en cierto periodo de tiempo. Además, incluirá un mapa de Euskadi en el que, por puntos, se señalarán todos los municipios en los que se han producido atentados mortales. En cada una de las localidades figurará el nombre de cada asesinado, su foto –se incorporarán instantáneas inéditas–, información sobre el caso y una breve hemeroteca con noticias de prensa sobre la acción terrorista en cuestión.
De cara al futuro, la asociación prevé completar estos historiales señalando cuál es la situación jurídica de cada caso. Es decir, si existen personas condenadas por el crimen, si ha prescrito o si está pendiente de resolución. Además, se marcarán en rojo en un calendario todos los días en los que se ha producido una acción terrorista, que son la inmensa mayoría.
Una de la jornadas en las que no se registró atentado mortal alguno fue el 10 de noviembre, bautizado por ello en Euskadi como el Día de la Memoria. El mapa, ya al completo, se dará a conocer en el plazo de diez días. Será entonces cuando su contenido se cuelgue en la página web de Covite.
EL CORREO 01/12/13