Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo
- Ante la nula remuneración de los depósitos bancarios, los inversores se han lanzado a comprar títulos del Estado
Las colas frente al Banco de España se han convertido ya en una estampa habitual. Curiosamente, y más tratándose de un banco, los ocupantes de las aceras no aguardan en la calle con la esperanza de recibir dinero, ni mucho menos esperan preocupados para retirar sus depósitos en riesgo. No lo hay. Hacen cola… ¡para darle dinero al banco! Para que luego digan que la gente no es buena y generosa… La explicación a tan insólito comportamiento es muy sencilla. Son personas hartas de que sus ahorros sufrieran el castigo de una inflación insospechadamente elevada, primero, y de unas rentabilidades negativas en los fondos de renta fija después. Así que, ahora, no quieren perderse el alivio de la subida de los tipos. Y, como la banca se niega a remunerarlos en sus cuentas corrientes, los dirigen a suscribir deuda del Estado, concretados en su mayor parte, en títulos a vencimientos cortos, como son las Letras del Tesoro. Hay productos que ofrecen mayores rentabilidades, pero exigen a cambio mayores plazos de inversión y si la gente se fía todavía del Estado, parece que se fía menos de la evolución de los tipos. Como las Letras del Tesoro ofrecen rentabilidades ya olvidadas y no comprometen plazos dilatados, cumplen perfectamente las exigencias actuales de los ahorradores.
¿Por qué razón los bancos no ofrecen rentabilidad alguna a sus depósitos? Es doble. Por un lado abaratan su pasivo, al no remunerarlo, y de la misma amplían sus márgenes que es su auténtica obsesión, para recuperar sus niveles de rentabilidad. Esa actitud podría provocar, y lo estará haciendo, una salida de depósitos pero si hay algo que los bancos no necesitan ahora es dinero. Disponen de él en cantidades holgadas, gracias a las aportaciones del Banco Central Europeo y las peticiones de crédito no crecen a gran velocidad, salvo el de las tarjetas para poder llegar a fin de mes. ¿Y por qué sube la remuneración de las Letras a pesar de la demanda que reciben del interior? No sé, pero me imagino que tendrá algo que ver con la postura de lo inversores extranjeros, que son más importantes y acostumbran a ser más exigentes.
La postura de la banca expele un fuerte olor a concertación. Pero muy probablemente sea una concertación tácita. La despreocupación por el tamaño de los pasivos es común y su consecuencia, la de no temer la nueva competencia del Tesoro, es general. Así que mientras alguna entidad no pierda los nervios e inicie una carrera por la captación de pasivo, nada cambiará.