Jean-Jacques Bozonnet, corresponsal en Madrid
Parece que el horizonte se ha cerrado definitivamente para Batasuna, el histórico escaparate político de la organización separatista armada vasca ETA. El Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDDHH) confirmó el martes 30 de junio en Estrasburgo la decisión de la justicia española que en 2003 había declarado ilegal este partido por sus vinculaciones con la organización terrorista.
“Teniendo en cuenta la situación existente en España después de varios años en lo que se refiere a atentados terroristas, estas vinculaciones pueden ser consideradas objetivamente como una amenaza para la democracia”, señalaron los jueces de Estrasburgo en el fallo desestimando las recursos presentados por Herri Batasuna y de Batasuna por “violación del derecho a la libertad de asociación y de expresión”.
Para el TEDDHH, la decisión del Tribunal Supremo español no sólo no es una violación de la Convención Europea de los Derechos del Hombre sino que la decisión “respondía a una imperiosa necesidad social”. Para la instancia estrarburguesa, “un partido político cuyos responsables inciten a recurrir a la violencia o que propongan un proyecto que no respeta las reglas de la democracia no puede recurrir a la protección de la Convención Europea de los Derechos del Hombre”.
Por las mismas razones, los jueces rechazaron unánimemente el recurso de los candidatos al parlamento de Navarra y a las elecciones europeas declarándolos inelegibles porque eran “una traba a la libertad de expresión de los electores”. Para el jefe del gobierno socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, estas sentencias prueban que “en España se respetan las garantías jurídicas”.
Con estas decisiones se apagan las últimas esperanzas de la izquierda nacionalista radical, llamada “abertzale” (patriota), de lograr representación electoral. Dos partidos considerados como la herencia de Batasuna – Acción Nacionalista Vasca (ANV) y el Partido Comunista de la Tierras Vascas (PCTV) – fueron ilegalizados en otoño de 2008, y las listas abertzales fueron prohibidas para las elecciones regionales del 1 de marzo.
Esta opción política tiene un peso nada despreciable. En las elecciones europeas del 7 de junio, la lista de Iniciativa Internacionalista –Solidaridad entre los Pueblos (II-SEP) con los colores del nacionalismo radical, prohibida durante un tiempo y finalmente autorizada, recogió 116.000 votos en el País Vasco, en torno a un 16% de los votos emitidos. En Guipúzcoa, en la zona de San Sebastián, II-SEP llegó a seducir a casi un votante de cada cuatro (23,4%).
La ausencia de representantes del movimiento de Batasuna en el nuevo Parlamento vasco facilitó la elección de un socialista, Patxi López, como presidente de una región gobernada desde hace 29 años por el Partido Nacionalista Vasco (PNV).
LE MONDE, 1/7/2009