Editorial-El Español 

Con la entrega a la Fiscalía Anticorrupción del pendrive que la fontanera Leire Díez llevó este martes a Ferraz, el PSOE ha culminado una operación de desinformación diseñada para desviar el foco de los casos de corrupción que hoy acosan al partido y el Gobierno de Pedro Sánchez hacia las presuntas maniobras delictivas de la UCO.

Ese y no otro fue el objetivo de la escenificación que el PSOE llevó a cabo este martes y que culminó con el abandono de la militancia por parte de Leire Díez y, luego, con su accidentado tour mediático de ayer miércoles, en el que se presentó como una simple periodista freelance a la búsqueda de las pruebas que demostrarían la existencia de una cloaca policial.

Cloaca cuya principal víctima sería, presuntamente, el PSOE.

En sus distintas comparecencias frente a la prensa, y a pesar de carecer de obra periodística conocida, Leire se presentó como una investigadora que trabaja en un libro sobre la UCO.

Respecto a los chantajes, los sobornos y las amenazas que revelan los audios de sus reuniones, los menospreció diciendo que eran sólo «faroles». También negó que actuara en representación o por órdenes del PSOE, y recalcó que «no podía negociar nada porque no podía ofrecer nada».

Leire se presentó así como una periodista de investigación especialmente fantasiosa y sin mayor vinculación con el PSOE que su militancia en el partido.

Pero su coartada mostró grietas llamativas que ningún periodista real pasaría por alto.

Especialmente a la vista del último movimiento del PSOE, el de la entrega a la Fiscalía de la memoria donde Díez habría grabado el resultado de su investigación, y que revela una sincronía entre partido y fontanera que ningún medio periodístico serio pasaría por alto.

La primera de esas grietas es el hecho de que Leire entregara a los servicios jurídicos del PSOE y a Santos Cerdán, el número dos del partido sólo por debajo de Pedro Sánchez, documentos sumariales relativos a procesos judiciales propulsados por investigaciones de la UCO.

Porque ¿qué periodista de investigación, por muy militante que sea, entrega ese tipo de documentación al secretario de Organización de su partido? ¿Con qué objetivo?

¿Qué militante del partido, de hecho, tiene acceso directo a dicho secretario de Organización?

Leire Díez también habría ofrecido esa documentación presuntamente comprometedora a algunos medios de comunicación, lo que no tiene sentido si fuera cierto que está trabajando en un libro destinado a ser publicado durante el último trimestre de este año.

Leire Díez nunca ha dado pruebas de que ese libro, o el contrato para su publicación, sean algo más que una fantasía.

Tampoco ha explicado Leire por qué ofreció a varios medios, y entre ellos EL ESPAÑOL, el vídeo sexual de un fiscal incómodo para el PSOE, o qué papel jugaba ese ofrecimiento en la elaboración de su libro.

Leire reconoció también ayer miércoles haberse reunido con José Luis Ábalos y Koldo García en el contexto de una reunión con su abogado respecto a la causa de los hidrocarburos, e incluso con representantes de Junts, aunque sin llegar a explicar el porqué de estas reuniones.

La escenificación, más voluntarista y desacomplejada que convincente, no sirvió tampoco para aclarar el insólito estatus de «militante con privilegios» de Leire Díez, ni por qué el PSOE no ha tomado mayores medidas o incluso demandado a una presunta periodista freelance que, en el transcurso de su supuesta investigación, se presentaba como emisora del PSOE y negociaba en su nombre con abogados y empresarios, ofreciendo pactos con la Fiscalía y la Abogacía del Estado.

La respuesta más evidente es que Leire continúa trabajando como fontanera del PSOE. Pero esta vez desde fuera del partido tras su baja como militante. Y de ahí el intento de vender su labor de fontanería como una simple investigación periodística.

De ahí, también, la entrega del pendrive a la Fiscalía por parte del PSOE con la esperanza de que esta pueda aprovechar la información contenida en el dispositivo para abrir una investigación contra la UCO que alivie la presión sobre el Gobierno de Pedro Sánchez.

Leire sólo dijo una verdad ayer: que es freelance. En concreto, una fontanera freelance. Es decir, una que sigue trabajando para el PSOE, pero sin que el PSOE responda por sus acciones.

Leire habrá abandonado la militancia del partido, pero ha dejado el fruto de sus labores de fontanería en Ferraz para que el PSOE pueda vender la tesis de que es Sánchez el que está siendo víctima de una cacería policial.