EL MUNDO 04/04/14
· La consejera Rigau afirma que la decisión permite a los directores trabajar tranquilos.
El castellano no se aplicará, de momento, como lengua vehicular en las cinco escuelas catalanas que debían hacerlo en un 25% de sus clases lectivas por orden del Tribunal Superior Justicia de Cataluña (TSJC). En una nueva decisión que dilata de nuevo este proceso, el tribunal ha aceptado suspender cautelarmente la aplicación de este porcentaje a las clases donde los alumnos habían pedido recibir una enseñanza bilingüe, a la espera de la decisión final de los magistrados. Si el miércoles se conocía que el colegio Bonaventura-Franciscans de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) era el primero que no debería aplicar perentoriamente este 25%, ayer la Fundación Escola Cristiana de Catalunya informó de que dos centros más (Mare de Déu del Roser, de Barcelona, y Escolàpies, de Sabadell), también se benefician de la suspensión cautelar de la orden judicial en una providencia del TSJC.
Se espera que en los próximos días los otros dos centros afectados por la aplicación del 25%, la Escola Pia de Sarrià de Barcelona y el IES Alba del Vallès de Sant Fost (Barcelona), también reciban la misma notificación. A finales de enero, el TSJC ordenó a las cinco escuelas, cuatro concertadas que quedan dentro de la fundación cristiana y una pública, que adoptasen las medidas pedagógicas oportunas para fijar la presencia mínima del 25% del castellano como lengua vehicular en el curso y clase a los que iban los alumnos que habían solicitado, y ganado en los tribunales, la presencia del bilingüismo en las aulas. Para hacer efectiva esta orden, estableció el plazo de un mes.
A partir de ese momento, el Departamento de Enseñanza de la Generalitat, junto con los responsables de cada centro, sus asociaciones de padres de alumnos y los servicios jurídicos de la fundación Escola Cristiana se personaron en el proceso interponiendo recursos contra la decisión de establecer este porcentaje.
El TSJC tiene que dar traslado de todo el proceso contencioso-administrativo a cada una de las partes nuevas, así como de los nuevos recursos presentados contra su decisión. Para evitar que alguna parte pudiera alegar indefensión, el tribunal ha establecido la suspensión cautelar de la aplicación de la orden hasta que resuelva sobre el fondo del asunto. Por eso, la batalla judicial de los padres que reclamaron una educación bilingüe para sus hijos todavía se dilata más, ya que incluso la suspensión se puede recurrir.
La consejera de Enseñanza de la Generalitat, Irene Rigau, recibió la concesión del TSJC como una victoria, y afirmó que la decisión permite a los directores trabajar tranquilos y seguros porque «no están incumpliendo ningún mandato judicial». Rigau dijo que la paralización de la orden judicial es una «muy buena noticia» porque mantiene el proyecto educativo del Govern.
Además, destacó que la suspensión avala la estrategia de su Departamento en este proceso, ya que pidió la personación de las asociaciones de padres y de los centros porque –argumentó– «decíamos que no se podía imponer a 24 padres lo que había pedido uno». Rigau destacó que «se ha podido ver que la tutela judicial efectiva del conjunto de padres debía ser analizada», e indicó que su principal preocupación era liberar a los directores de la presión judicial.
EL MUNDO 04/04/14