IGNACIO CAMACHO – ABC – 20/04/17
· «Ya no leo los argumentarios, descuelgo el teléfono. Qué vas a decir si mientras se pueden estar llevando a alguien preso».
«Por supuesto que nadie se lo esperaba. Ni la citación de Rajoy ni lo de Nacho González. Ha sido un turbión; y a ver qué pasa mañana porque esto es un sinvivir de sobresaltos. Yo ya ni leo los argumentarios que manda el partido; simplemente descuelgo el teléfono. Sí, ya sé que deberíamos salir todos en tromba, en formación de combate, pero es que esto desalienta a cualquiera. Porque no son cosas del pasado, como Bárcenas: algunos asuntos son de ayer mismo. Es decir, que mientras la mayoría dábamos la cara para que nos la partiesen, en medio del huracán de los últimos años, otros estaban robando. No habían aprendido nada ni por precaución; como para que no nos flaquee el ánimo».
«Además hay algo que me preocupa como cuestión de fondo. Una paradoja moral pesimista. Verás. El asunto de Nacho parte de una denuncia a la Fiscalía de Cristina Cifuentes, como el de las tarjetas black arrancó de una del FROB, es decir, del Gobierno. En ambos casos hemos sido nosotros los que hemos iniciado la depuración de las corruptelas; a ver qué otro partido ha hecho eso. Es el único camino contra la corrupción: sacarla a la luz y caiga quien caiga.
Y sin embargo, nos forran a tortas por hacer lo que debemos. Por una parte dentro de la propia organización, donde la mayoría no entiende el gesto, y sobre todo por fuera, en la sociedad, en la opinión pública, para la que el PP es sinónimo de mangancia institucionalizada. Nadie discrimina las actuaciones correctas, y menos que nadie los medios. Y claro, si obrar correctamente no sirve, o sirve para empeorar las cosas y que se acaben volviendo contra nosotros, la tentación es la del enroque, la autoprotección y que el que se entere de algo disimule o lo tape. Fíjate en el PSOE andaluz: cierra filas y le da resultado.
Primero niegan los escándalos, luego los minimizan y si no hay más remedio que aceptarlos le echan la culpa al empedrado. Y la Junta mueve hilos; a Chaves y Griñán los va a juzgar un juez que fue su subordinado. Eso lo hacemos nosotros y no tendríamos campo para correr… Hay mucha gente en el partido que piensa que quienes desenmascaran a los corruptos son unos egoístas que quieren salvarse a costa de las siglas, como Cristina, o en el mejor de los casos, unos ingenuos. Y que lo que habría que hacer es controlar a la UCO, a la Policía, a la Fiscalía y hasta a la judicatura si se pudiese para que no se muevan por su cuenta y riesgo».
«Así que al final te planteas de qué sirve luchar por la honestidad del partido si no te creen ni fuera ni dentro. Por eso muchos hacen lo que yo: encerrarse en el despacho, no atender el móvil y no hablar con la prensa. Qué vas a decir si al día siguiente se pueden llevar a alguien preso. ¿Que cómo lo ve Mariano? No sé, no sale de su cinturón de confianza. Pero lo que transmite, ya sabes cómo es, es que hay que seguir y que siempre que llueve escampa…».
IGNACIO CAMACHO – ABC – 20/04/17