El vacío que amenaza ahora al Banco de España si no se forma ya Gobierno

EL ECONOMISTA 13/09/16

El bloqueo de la situación política, que prolonga la falta de Gobierno, no sólo amenaza con paralizar la actividad de la CNMV, sino que afectará al funcionamiento de otras instituciones, como el Banco de España. Para empezar, la incertidumbre en la CNMV, donde tanto el mandato de la presidenta, Elvira Rodríguez, como de la vicepresidenta, Lourdes Centeno, concluyen el próximo 6 de octubre, también afecta al supervisor bancario, ya que podría quedarse sin uno de sus miembros en el consejo de gobierno.

Según marca la Ley de Autonomía del Banco de España, en este consejo hay dos vocales natos: el director general del Tesoro y el vicepresidente de la CNMV. Las consultas llevadas a cabo por el Gobierno en funciones a la Abogacía del Estado han dado como resultado una respuesta clara: un Gobierno en funciones no puede nombrar altos cargos.

Por ello, los esfuerzos del Ejecutivo para que la CNMV no quede bloqueada se centran en la aprobación de un Real Decreto que posibilite, como ya está previsto en otros organismos, que se pueda prolongar en el puesto a los dos máximos puestos directivos en tanto en cuanto no haya posibilidad de renovar mandato o elegir sustitutos. Si finalmente esta solución es la que sale adelante, el Banco de España seguirá contando con Lourdes Centeno, como vicepresidenta de la CNMV en funciones, en su consejo de gobierno. Sin embargo, los problemas del Banco de España con la falta de un nuevo Ejecutivo pleno de poderes no concluye aquí.

El mayor contratiempo vendría al terminar el año, ya que el subgobernador, Fernando Restoy, empezará el 1 de enero a presidir el Instituto de Estabilidad Financiera del Banco Internacional de Pagos de Basilea. Lo que prevé la normativa es que el Gobierno, a propuesta del gobernador, nombra un sustituto. Habitualmente, tanto los nombres del gobernador y subgobernador son pactados por los principales partidos. Así, en el caso actual, Luis María Linde fue el hombre escogido por el PP, y Fernando Restoy, el que propuso el PSOE.Sin embargo, se presenta una situación excepcional.

Por un lado, desde el último nombramiento, allá por junio de 2012, la composición de las fuerzas parlamentarias ha cambiado mucho, debilitando el tradicional bipartidismo. Por otro, las relaciones entre PSOE y PP pasan, con las reiteradas negativas de Pedro Sánchez a facilitar la elección de Rajoy con una abstención, por uno de sus momentos más fríos. En todo caso, aunque todo estuviera pactado y bien pactado entre los dos partidos, se choca contra la realidad: un Gobierno en funciones no puede nombrar subgobernador. La Ley de Autonomía del Banco de España no prevé otra forma de encontrar un sustituto para esta pieza fundamental de la institución y para cambiar esa ley… se necesita que se forme Gobierno.

Esta situación insólita, la de no tener recambio para el número dos del Banco de España, sólo se salvaría si finalmente los partidos llegan a un acuerdo que evite la celebración de unas terceras elecciones. Si, por el contrario, los ciudadanos son convocados a las urnas, en el mejor de los casos el 18 de diciembre, no habría tiempo material de evitar este vacío en la institución.