ABC 18/06/16
ENTREVISTA PABLO CASADO, Vicesecretario de Comunicación PP
· Lo que más le preocupa ahora es el ascenso de Podemos. Y cree que el líder del PP no puede ser cuestionado si gana, por segunda vez, en las urnas
«El PCE tenía comportamientos mucho mas moderados que los de Podemos»
Es la cara amable del PP y uno de sus rostros más reconocibles por su participación en tertulias y debates. Para algunos, es parte del futuro del partido.
P—¿Estas van a ser las elecciones más decisivas de la democracia?
R—Todas son las más decisivas. Pero en estas algo ha cambiado: hay dos nuevos partidos con buenos resultados, y se repiten las elecciones por segunda vez. Los indecisos son más importantes que nunca: no siempre se tiene una segunda oportunidad. Y en tercer lugar, hay una fuerza neocomunista que se presenta, y es muy dura: el PCE tenía comportamientos mucho más moderados que los de Podemos.
P—Pero el PP está solo. Nadie quiere pactar con ustedes.
R—En realidad, no; con Ciudadanos ya se ha pactado en varias comunidades autónomas y en varias ciudades. En todo caso, va a haber que pactar sí o sí.
P—Pero la postura del PSOE no parece afín a ese pacto.
R—Para ese viaje no hacían falta alforjas; el PSOE sólo puede pactar con Podemos o con el PP. Y para España, hacerlo con Podemos sería catastrófico. La otra opción, el PP, permite todo tipo de variantes: pacto de investidura, de legislatura o de gobierno. Si volvemos a ganar las elecciones por segunda vez en seis meses, los socialistas van a tener muy difícil explicar que no pactan.
P—¿Es Pedro Sánchez el obstáculo?
R—Pedro Sánchez está sobreactuando por la rivalidad con Susana Díaz, y por la posición dominante de Podemos. Lo de pactar con el partido morado ya lo hizo en las autonómicas y municipales de 2015, y le va a pasar factura a corto plazo. Y si prefiere gobernar con bolivarianos y no con un partido moderado, que se lo haga mirar.
P—Sevilla dice que debe gobernar el que tenga más apoyos parlamentarios…
R—Un día es Jordi Sevilla y otro es Borrell; los del PSOE presente no saben qué decir, y los del anterior tampoco se aclaran entre ellos. Eso es lo que les hace perder votos.
P—¿Es usted el único en el PP partidario de tender puentes con Ciudadanos?
R—Con ellos tenemos en común la defensa de la unidad de España y de la soberanía nacional. Pero también somos críticos con ellos, con cosas como lo que han hecho en Granada, dando la alcaldía al PSOE. Pero creo que en política es positivo mantener un diálogo. Me parece mal, eso sí, que critiquen a nuestro candidato.
P—¿Ese es su principal objetivo, los votos que se fugaron a Ciudadanos?
R—También queremos recuperar a los que se quedaron en casa. E incluso a aquellos votantes socialistas que están enfadados o descolocados por la deriva extremista de su líder. Queremos aglutinar todo el voto que no quiere a Podemos.
P—Pero Rivera ha vetado a Rajoy y a otros dirigentes.
R—El cuestionamiento es electoral; si Rajoy gana dos veces en seis meses, su candidatura no se pone en cuestión. Espero que el candidato que gane en votos sea el que se presente a la investidura. Esto es así por lógica, y lo saben todos los partidos.
P—¿Alguien cuestiona la figura de Rajoy dentro del PP?
R—No; porque reúne todas las variables: el balance de su gestión es bueno, el resultado electoral del pasado diciembre fue el mejor de todos los partidos, y la predicción de las encuestas también. Internamente no va a tener ninguna duda, y tampoco fuera debe haberla. Deben ser los españoles los que decidan.
P—¿Sería negociable la renuncia de Rajoy a cambio de un pacto de gobierno?
R—Se habla de esa posibilidad y se pone como ejemplo el caso de Italia, pero es que no tiene comparación posible. Sobre Rajoy no pesa ninguna sospecha, tiene el apoyo total de su partido, y los españoles no entenderían que fuera el candidato el número diez de la lista. Si le votan a él, es él quien debe presentarse a la investidura.
P— Si los resultados del 26-J son similares al 20-D ¿se podrían repetir las elecciones?
R—No, eso no va a pasar. Es imprescindible formar gobierno lo antes posible, la presión social sería muy grande. Nos pagan por pactar, por negociar, si hay otra vez una mayoría del PP, espero que haya pactos de gobierno, para poder hacer reformas, y que todos los partidos estén de acuerdo e que se forme gobierno.
P—¿Cuál sería un buen resultado para el PP? ¿Y uno malo?
R—Bajar de 117 escaños sería la línea en que un partido deja de tener peso específico. Y lo bueno sería pasar por encima del 30 por ciento de apoyos, y por encima de 130 escaños.