EL PAIS, 03/11/12
El presidente catalán no logra celebrar ninguna entrevista política de primer nivel en Moscú.
La Embajada española se distancia al máximo de la visita.
Artur Mas no lo tendrá fácil para internacionalizar la ofensiva soberanista que plantea.
su Gobierno. El presidente de la Generalitat finalizó este viernes su viaje oficial de dos días a Moscú sin haberse entrevistado con ningún político de primer nivel y con el convencimiento de que la diplomacia española no se lo pondrá nada fácil para establecer, a partir de ahora, contactos con mandatarios extranjeros. Sin grandes entrevistas políticas, Mas centró su agenda en el foro económico que buscaba poner en contacto empresas catalanas y rusas y del que no trascendió ningún acuerdo destacado.
A la vista de que el Gobierno central rechaza de plano abrir la puerta a cualquier tipo de referéndum de autodeterminación en Cataluña, Mas pretende comenzar la próxima legislatura con una tanda de viajes por Europa para explicar su proyecto y buscar complicidades. Es lo que en su día definió como “internacionalización del conflicto catalán” y que pretende hacer sonrojar al Gobierno central ante sus socios europeos por rechazar la celebración de un referéndum o consulta legal.
El viaje de Mas a Moscú no formaba parte de esta agenda, porque ya estaba planificado desde hace un año y porque tanto el presidente como su equipo entendían que poca comprensión iban a encontrar a su proyecto en un país como Rusia. Con todo, el Gobierno catalán intentó, sin éxito, que el presidente se entrevistara con varias autoridades locales. Concretamente, y según consta en el programa provisional que la Generalitat envió a la Embajada de España en Rusia, Mas pretendía entrevistarse con el ministro de Desarrollo Regional, con el ministro de Energía y con el vicepresidente del Consejo de la Federación Rusa, además de mantener un contacto con viceministro federal de Desarrollo Económico. Ninguno de estos contactos se llegó a materializar. Oficialmente, el equipo de Mas calificó de “éxito” el viaje y desmintió ayer que hubiera solicitado estas reuniones, pero constan en el documento al que ha tenido acceso EL PAÍS. Al final, Mas se tuvo que conformar con una breve entrevista con la viceministra de Cultura, Alla Yurievna, con la que concretó la apertura de una filial del museo Hermitage de San Petersburgo en Barcelona. También se entrevistó con el presidente del Gobierno Regional de Moscú, Sergey Shoygu.
Habitualmente, los viajes de los presidentes autonómicos al exterior son seguidos minuciosamente por las embajadas, que suelen colaborar para organizar los encuentros, algo que esta vez claramente no ha funcionado.
Aunque el objetivo del viaje era claramente económico, Mas tampoco ha podido exhibir ningún gran éxito más allá de fomentar las reuniones de prospectiva entre empresas catalanas y rusas. De hecho, centró su viaje en la participación en el foro empresarial Cataluña-Rusia que organizaban el Consorcio de la Zona Franca y el salón Barcelona Meeting Point. Eso sí, en un país tan difícil como Rusia, con innumerables controles aduaneros y múltiples restricciones, es imprescindible la actuación de las autoridades diplomáticas, algo que algunos empresarios han echado de menos.
Fuentes de los ministerios implicados admiten que, en esta ocasión y a diferencia de en otras ferias, el foro empresarial catalán no ha podido hacer uso del servicio de franquicia diplomática, que permite la entrada de productos de muestra ahorrando trámites aduaneros. Algunos de los empresarios consultados expresaron ayer su “frustración” por un evento que, pese a reunir a un centenar de empresas, no dio el resultado esperado y no concretó ninguna gran transacción salvo potenciar un sector consolidado como el turístico.
La Generalitat dice que la visita fue un éxito y niega objetivos políticos.
EL PAIS, 03/11/12