Isabel Morillo-El Confidencial
Los socialistas andaluces, en precampaña, no van a arremeter contra un posible pacto con los nacionalistas catalanes y alaban los PGE porque traerán «2.000 millones más» a Andalucía
Susana Díaz lleva días alabando los Presupuestos Generales del Estado pactados entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que para ver la luz tendrían que ser aprobados por los nacionalistas. “Son unas cuentas buenas que ponen por encima a las personas”, repite en plena precampaña de las andaluzas. La presidenta pide que salgan adelante y se voten unas cuentas que supondrán 2.000 millones de euros más para Andalucía, según los números pactados ‘in extremis’ por el consejero andaluz de Economía y Hacienda, Antonio Ramírez de Arellano, y su antecesora en el cargo, la hoy ministra María Jesús Montero.
La presidenta andaluza ha pasado de tener como economista de cabecera a José Carlos Díez, que hoy defiende que los PGE y la subida del salario mínimo a 900 euros son “un disparate” y un ‘shock’ para las pequeñas empresas, a sostener que sería posible un pacto como el sellado con Podemos para Andalucía, porque la mayoría de medidas de ese futuro Presupuesto ya se aplica en la comunidad autónoma. Los socialistas andaluces aplauden el salario mínimo, incluso apuntan que debería subir a 1.000 euros en cuanto sea posible. Díez fue quien elaboró el programa económico de Susana Díaz en las primarias.
Quien fue asesor estrella de Susana Díaz dice que los PGE pactados con Podemos son un «disparate», pero los socialistas andaluces los aplauden
El mismo día que Sánchez e Iglesias firmaron su preacuerdo en La Moncloa, Susana Díaz conseguía un argumento de peso, 2.000 millones de euros, para subirse a ese carro. Es llamativo, porque hasta ahora en Andalucía ni siquiera se había abierto la puerta a pactar las cuentas con Podemos en tres años y medio de legislatura. Y eso que la responsable socialista era la misma. Los tres últimos Presupuestos los cerró Montero con Cs con bajadas de impuestos en sucesiones, donaciones e IRPF.
Los socialistas defienden que no ha existido ningún viraje. Alegan que quien han cambiado de posición es Podemos, aseguran que el partido morado ha “madurado” y se ha movido a posiciones más prácticas y menos imposibles, «hacia la socialdemocracia». De hecho, el secretario de Organización del PSOE andaluz, Juan Cornejo, asegura que con este Podemos de Iglesias que ha cerrado los PGE en Madrid sí podrían pactar en Andalucía, dejando entrever que el problema es “la radicalidad” de Teresa Rodríguez, de Anticapitalistas. “Yo escuchaba hablar a Iglesias defendiendo la bonificación de las matrículas universitarias, la educación infantil de cero a tres años o la integración al sistema de los dependientes y me decía, esto es, esto es lo que ya estamos haciendo en Andalucía”, aseguró Cornejo en una entrevista en Ondaluz.
El azote de Podemos
Si en la última campaña alguien hubiera dicho que el PSOE andaluz, el mayor azote de Podemos junto a Felipe González, iba a hablar bien de Pablo Iglesias, hubiera sido difícil de creer. También habría sido complicado, hace apenas semanas, imaginar que el Gobierno de Susana Díaz estaría encantado de pactar con Podemos unos Presupuestos como los que ha cerrado Pedro Sánchez. Pero la realidad cambia y Susana Díaz se adapta al nuevo escenario. O mira a la izquierda o depende de Cs, y Albert Rivera ya ha dejado muy claro que no van a apoyarla de nuevo. Antes de que se confirmara el anticipo electoral, Ferraz mostró preocupación por la dificultad de Díaz para dialogar con Podemos y pidió que se tendieran puentes.
Hace dos años, era 2016, durante meses desde el PSOE andaluz solo se oyeron voces muy fuertes y duras contra la posibilidad de un Gobierno Frankenstein, como lo bautizó Alfredo Pérez Rubalcaba, que dejara a Sánchez en manos de Podemos y los independentistas. Liderando aquello estaba la presidenta andaluza, pero eso fue en «el Paleolítico», defiende ahora Susana Díaz. Aún quedaban el derrocamiento de Sánchez en el comité federal, las primarias que lo devolvieron a la secretaría general y la moción que lo llevó a La Moncloa.
Arellano, asesor económico
En las primarias, Susana Díaz confió su programa económico a un asesor externo, que no era militante del PSOE pero en quien confió durante meses su estrategia. Se trataba de José Carlos Díez, que hoy es uno de los economistas más críticos contra los Presupuestos Generales del Estado. De aquella relación con Díez no queda nada, aseguran fuentes del PSOE andaluz y del Gobierno autonómico. Ahora, el peso del programa económico para las próximas elecciones andaluzas del 2 de diciembre lo está llevando el actual consejero de Economía y Hacienda, el exrector de la Universidad de Sevilla Antonio Ramírez de Arellano, recién afiliado al PSOE y muy moderado en sus posiciones políticas. “Puede que haya buscado algo de asesoramiento externo, pero desde luego la persona de más confianza en materia económica que ahora mismo tiene la presidenta es el consejero Arellano”, sostiene una persona del equipo.
Hasta ahora, Susana Díaz ha neutralizado las críticas a Pedro Sánchez por que se apoye en los independentistas catalanes en pleno desafío soberanista asegurando que lo único que es relevante es que Andalucía recibiría 2.000 millones de euros más. Una cifra que ha armado el Ministerio de Hacienda sumando varios conceptos hasta asimilar la cantidad a los 1.459 millones de euros pactados de forma bilateral para Cataluña días antes de cerrarse el pacto de Presupuestos con Podemos. En el caso de Andalucía, 730 millones más en entregas a cuenta; 350 millones más en inversiones; 400 más por la revisión del IVA; 200 por la revisión del cálculo en la compensación de impuestos, especialmente en el impuesto de depósitos bancarios,; y 350 más por la flexibilización del objetivo de déficit.
Concesiones al nacionalismo
Tampoco ha valorado la presidenta andaluza que se hagan concesiones al PNV a cambio del apoyo a las cuentas, se limitó a confiar en que ninguna pretensión del nacionalismo vasco perjudique a Andalucía. Las alarmas sí que se encendieron cuando fue Mariano Rajoy quien pactó con el PNV.
Los movimientos de Susana Díaz y el PSOE andaluz buscando entendimiento hacia su izquierda, con Podemos, formación con la que se volaron todos los puentes desde que la negociación de la investidura los enfrentó a Teresa Rodríguez, coinciden con el alejamiento cada vez más firme de Cs. El candidato Juan Marín aseguró que no darán sus votos a Susana Díaz aunque eso suponga tener que ir a unas nuevas elecciones autonómicas.
Pero no es nuevo. Ya en mayo, cuando la posibilidad de elecciones anticipadas empezaba a sonar, en el tiempo de descuento de la legislatura, Susana Díaz estrenó guiños a Podemos e IU sin éxito. Después, tras el plante de Cs, decidió convocar elecciones sin ni siquiera probar un posible acuerdo de Presupuestos con la formación de Teresa Rodríguez y con Antonio Maíllo (IU). Sabían, dicen, que era imposible por el “antisocialismo” de estos líderes. Ahora el juego es decir que con Pablo Iglesias sí hubieran podido. Rodríguez asegura que el problema no es el socialismo sino el ‘susanismo’. El papel de oposición frontal a los Presupuestos del Estado en Andalucía se queda en manos de PP y Cs.