EL MUNDO 06/01/15
ENTREVISTA PEDRO MORENÉS, MINISTRO DE DEFENSA
· Ministro de Defensa. Con motivo de la Pascua Militar, que se celebra hoy y que es la primera presidida por Felipe VI, Pedro Morenés aprovecha para poner en valor el trabajo de los militares fuera de nuestras fronteras
Pregunta.– Primera Pascua Militar del nuevo Rey. ¿Cómo ha recibido el estamento militar al nuevo Monarca, el relevo de Don Juan Carlos?
Respuesta.– Lo ha visto con la lógica nostalgia por quien ha sido su mando supremo desde 1978 hasta ahora. El Rey tiene la condición de mando supremo de acuerdo con la Constitución y lo hará como lo hizo su padre. Los militares, lo que ven en el Rey es a otro militar, por eso les hace ver a la persona muy cercana. Con el padre han tenido una relación extraordinaria. Don Juan Carlos era especialmente militar. Creo que su hijo, el Rey Felipe VI, tiene esa misma formación académica militar y seguirá siendo uno de ellos.
P.– Venimos de ajustes duros, de apretarnos el cinturón, y Defensa no ha sido ajeno a ello. ¿Qué le espera al militar para los próximos meses?
R.– Lo que hemos hecho es contener la sangría. Hay dos perspectivas: la realidad propia interna de la contención de la sangría y el elemento comparativo con otras fuerzas armadas de nuestro entorno con los que queremos convivir y de aquellos países que pueden acabar siendo una amenaza. España, por su responsabilidad internacional, por su ambición de ser uno de los jugadores importantes en el ámbito internacional, debe tener la capacidad de generar estabilidad. Y la fuerza militar es una vía de acción exterior del Estado muy importante.
En el factor interno hay un camino de cierta tranquilidad, cierta esperanza. Hemos comenzado nuevos programas industriales. Y en el sentido exterior, una preocupación por que España vaya poco a poco dándose cuenta de que la inversión en Defensa es necesaria para la seguridad y de que tiene importantes consecuencias en los ámbitos económicos, industriales y, sobre todo, laborales.
P.– Salimos de un 2014 en el que la presencia española en misiones internacionales ha sido un hito.
R.– Ha sido un año en el que España ha asumido un papel mucho más relevante para la estabilidad y corresponsabilidad en el mundo, más acorde con su importancia como nación. Estamos en República Centroafricana, en Mali con la toma de la responsabilidad europea… No voy a enumerar todas las operaciones. Acabamos de aprobar la misión Resolute Support, que es la continuación de Isaf [nombre de la misión que hasta el pasado 31 de diciembre tenía desplegada la OTAN en Afganistán], con unos objetivos distintos y un horizonte temporal diferente. Esa es una parte. Ahora vamos a Irak.
P.– Afganistán. Fin de una misión, arranque de otra… ¿Se han hecho bien las cosas allí o estamos rectificando errores de origen?
R.– Tenemos que ser especialmente humildes. Cuando entras en una misión entras con un plan, unas estrategias, unas previsiones y unos objetivos. Pero la realidad es la que es y no la que tú planificas, y tienes que ir adaptando tus capacidades sin pérdida o renuncia de los objetivos. Afganistán, al final de estos años, está mucho mejor de lo que estaba; no es el sitio que nosotros conocimos cuando empezó la misión, no es un refugio del terror internacional, el terror se ha movido porque ha recibido presión allí.
P.– La mayoría de las misiones en las que participamos tienen un claro objetivo: frenar el avance del terrorismo islamista. ¿Podemos concluir entonces que estamos en una guerra internacional contra el terrorismo?
R.– Sí. Creo que estamos en ello, efectivamente. El mundo tiene una serie de problemas desde el punto de vista de la estabilidad y quizá de los más potentes es el terrorismo yihadista, muy particularmente vinculado al Estado Islámico. Pero no es el único. El terrorismo está vinculado con el crimen organizado, fundamentalmente con el narcotráfico y el tráfico de seres humanos. Es decir, se retroalimentan, se necesitan, se hablan, se financian y tienen una capacidad extraordinaria de superar los ámbitos de los Estados nacionales. Luego tenemos movimientos insólitos o inesperados, como ha sido la actitud de Rusia en Ucrania.
P.– Si tuviera que hacer un ranking de amenazas para la defensa nacional, ¿cuál sería la primera?
R.– Por razones geoestratégicas, lo que nos preocupa extraordinariamente es el terrorismo yihadista. Ha alcanzado unas cuotas de crueldad y de notoriedad que hace que haya que combatirlo de manera directa.
P.– ¿Y teme que ese terrorismo mire directamente a España?
R.– La mejor manera de conjurar un peligro es hacerle frente. Yo no creo que por no mirar a los problemas, los problemas desaparezcan. Todo lo contrario. Los problemas desaparecen cuando les haces frente y consigues ganarlos. Porque a por el primero que van siempre es a por el débil y el cobarde, al que no hace frente a su propia amenaza. Por lo tanto, yo soy partidario de mirar al problema y hacerle frente. Y España, en ese sentido, lo está haciendo. Es una actitud valiente y realista.
P.– ¿Y para conjurar ese peligro, mejor con aliados? ¿En qué fase están las conversaciones con EEUU sobre el uso de las bases españolas?
R.– Nos estamos sentando con ellos para ver la nueva utilización de las bases, fundamentalmente la de Morón. Los EEUU consideran que España, además de un aliado fiable, tiene una posición geoestratégica absolutamente irrenunciable. Eso nos fortalece a nosotros también, porque los mismos problemas de seguridad que tiene EEUU los tenemos nosotros, con una capacidad mucho menor de hacerles frente. Por tanto, es una alianza para nosotros absolutamente crucial. Ellos quieren una utilización más intensa de Morón porque hay más problemas con el terrorismo ahora que antes. Nosotros estaríamos dispuestos a esa posibilidad, pero tenemos que hablarlo y negociarlo. Además, quiero hablarlo con el PSOE porque estas son políticas de largo plazo.
P.– ¿Siguen los problemas logísticos en Irak para iniciar la misión?
R.– El problema es que el Gobierno iraquí tarda en facilitar el elemento que nosotros hemos requerido: las condiciones jurídicas en las cuales nuestros soldados van a operar allí. Tiene que ver con la seguridad jurídica para garantizar que nuestra gente cumpla con su obligación sujeta a una normativa nuestra.
Nosotros tenemos tres principios en operaciones. El primero, el cumplimiento de la misión. El segundo, el cumplimiento de los acuerdos con los aliados, porque no se pueden romper los acuerdos a mitad de camino unilateralmente; es muy importante porque si no las coaliciones internacionales y los países que las conforman pierden su credibilidad. Y el tercero, garantizar siempre la seguridad máxima de nuestra gente.
P.– En el centro de Operaciones Aéreas de Torrejón, el mando; en el hospital de Herat, el mando; en la misión en Mali, el mando. ¿Se ha producido un salto definitivo de calidad del militar español, de ser protagonista de las misiones a liderarlas?
R.– Sin duda, desde hace tiempo. Nuestros militares tienen una extraordinaria capacidad. No es la menor el conocimiento de idiomas, pero tampoco la mayor. Tienen una formación buenísima en los cuarteles generales de las coaliciones internacionales. Son militares reconocidos. Tenemos un prestigio internacional increíble. Son gente entusiasta, preparada y joven de espíritu.
P– ¿Y ese reconocimiento internacional a los militares también cree que se produce en España?
R.– Creo que cada vez más y así lo reflejan las encuestas. Son gente que se dedica a servir al interés general y lo hace con disciplina, discreción y ejemplaridad. Otra cosa es que los españoles tengamos la conciencia de la Seguridad y la Defensa como elementos básicos de las obligaciones del Estado con sus ciudadanos. Los españoles no la tenemos. Francia, Reino Unido, EEUU, Italia… Ellos tienen la conciencia de la necesidad de la Defensa y saben muy bien lo importante que es para la credibilidad y el prestigio de un país tener la capacidad de proyectar su fuerza militar fuera para garantizar la estabilidad en el mundo.
P.– Algo tendrá que ver que hay un sector de la sociedad que tiene un concepto de España diferente.
R.– Identificar España sólo con el Ejército es un error de bulto. La defensa de España es de todos los españoles. El cuidado de tu casa, de tu patria, es una responsabilidad de cada uno. La pérdida de la conciencia de pertenencia a España de cada uno es muy, muy, muy grave.
P.– ¿Cómo se vive desde Defensa el llamado reto soberanista catalán?
R.– Se vive con la misma intensidad, preocupación y visión con que lo viven todos los españoles. Las Fuerzas Armadas en los aspectos políticos están calladas como institución. Saben muy bien lo que tienen que hacer, conocen sus obligaciones y lo que dice la ley sobre su misión, están sometidas al poder civil y lo han demostrado. Desde las Fuerzas Armadas se vive con la tranquilidad de que el Gobierno hará lo que tenga que hacer en cumplimiento de sus obligaciones; la primera, cumplir y hacer cumplir la ley. Realmente todo el proceso es igual de irritante para un sargento, para un soldado o para un oficial que para cualquier español que quiere a su país, que quiere a su patria y que no quiere que se rompa.
P.– En una situación extrema, ¿sería partidario de un acuerdo entre el PP y el PSOE para gobernar?
R.– Vería viable cualquier acuerdo de gobierno que garantice el bienestar y el futuro de España y los españoles. Para mí, por encima de PP y PSOE está España, y todo lo que garantice a España y a los españoles su presente y su futuro, lo apoyo. Todo lo que vaya contra ello, no lo apoyo.