Los estrategas de Moncloa han optado por la táctica más fácill para contrarrestar las noticias sobre las andanzas empresariales de la esposa del presidente del Gobierno
El PSOE tiene muy bien tomada la medida a su electorado. Conoce bien su falta de exigencia, su sectarismo de antes morir con los míos que prosperar con los otros, su falta de memoria, su incoherencia esencial. Y en este momento, en el que el verano nos plancha a todos con el canto inmisericorde de las chicharras, ha optado por la táctica más fácil y menos laboriosa para contrarrestar las noticias sobre la presunta, jurídicamente pero muy real, corrupción de la familia del presidente del Gobierno.
El ‘ytumasismo’ es una estrategia más vieja que el mundo y de reconocida eficacia si sus destinatarios carecen de inteligencia y sentido crítico, y como esa es la opinión que tienen los cuadros del PSOE sobre sus propios votantes, no han dudado un momento en poner el ventilador en marcha. Ni siquiera se han molestado los becarios de guardia de la Moncloa, ahora que Bolaños está de vacaciones haciendo mucho alarde de fotitos y hashtags como si quisiera iniciar una segunda carrera de influencer senior, en sacar asuntos nuevos. Vuelve la burra al trigo del novio de Ayuso y de la hermana de Feijoó. Doce años llevan con el asunto de esta última sin conseguir lo que buscan, sin que la denuncia tenga el más mínimo recorrido judicial.
No pasa nada, se vuelve a embarrar el campo de juego para que el equipo de opinión sincronizada y los becarios sin sueldo en las redes sigan expandiendo las sospechas entre un electorado dispuesto a creerse cualquier cosa que beneficie a los suyos, sea o no sea verdad. Hablan de contratos públicos con la empresa de la señora Núñez como si la compañía fuera suya y se hubiera visto especialmente beneficiada por la administración.
Es como si la administración dejara de trabajar con Caixabank o con el Santander porque la hermana del primo del presidente de determinada región fuera la apoderada de la oficina de un pueblo
Luego te enteras de que la empresa en cuestión en la que está empleada la hermana de Feijoó es Eulen y ya te da la risa en estéreo. Vamos a ver, que tratándose de Eulen lo difícil para la administración es no contratar con ella los servicios que oferta: 7.000 clientes en 11 países, más de 75.000 empleados en plantilla, 80 servicios en el mercado y más de 1.728 millones de euros de facturación en 2023. Es como si la administración dejara de trabajar con Caixabank o con el Santander porque la hermana del primo del presidente de determinada región fuera la apoderada de la oficina de un pueblo. Que levante la mano el que en un aeropuerto no ha visto a empleados con el uniforme de Eulen o en la carretera uno de sus camiones. Imposible.
Contumacia cerril
A mí de Eulen me gustaba mucho la visión empresarial y la vitalidad sin límites de don David, su extraordinario fundador y hombre fuera de serie, y el hecho de haberse dado el gustazo de comprar la bodega de Vega-Sicilia para hacerla todavía más excelente de lo que siempre fue. Hoy en manos de sus hijos, nada mejor en este verano que hacerse con una botella para celebrar que, a pesar de lo difícil que nos lo pone este gobierno de felones que sufrimos, seguimos peleando y con ganas de reírnos y de disfrutar de la vida, brindando por la memoria de don David y por las dos mayorías absolutas en Galicia y Madrid que el “ytumasismo” sociata refuerza periódicamente con su contumacia cerril.
Y en estos días de ferragosto, con la luna llena iluminando la noche de muchos amores adolescentes en el presente o en la memoria, reservar un recuerdo en el último sorbo para Alain Delon, que se ha ido dejándonos el recuerdo de una belleza que supo trascender el esplendor en la hierba para marcar en su piel la huella de cada minuto de una vida apurada, como nuestra botella de Vega Sicilia, hasta el final.