Odón Elorza demostró ayer que no concede opción alguna a su compañero Ernesto Gasco para ser alcalde de San Sebastián. A dos días de la constitución de la nueva Corporación donostiarra, el alcalde en funciones designó como sustituto a Juan Karlos Izagirre. Lo hizo por medio de una solícita carta al candidato de Bildu.
También ayer adelantó, en un homenaje a los concejales del Consistorio donostiarra, que no acudirá al acto oficial de mañana de la toma de posesión «porque no pinta nada allí». Elorza ridiculiza sonoramente así el gesto del PSE de retirar a dos de sus candidatos electos para dar cabida a Gasco.
Quien asegurara estar dispuesto a continuar como jefe de la oposición días antes de conocer los planes de su grupo, tiende la mano atentamente al candidato abertzale y se pone a su disposición para «facilitar el traspaso de poderes» manteniendo las «reuniones oficiales que sean precisas». Después de hacerse público que el PNV deja a Bildu el Consistorio donostiarra casi en bandeja, Elorza asegura, en un dudoso gesto, que su objetivo es «favorecer, de modo democrático y con transparencia», la alternancia.
Tras señalar a Izagirre que no tiene problema en trasladarle cuantas informaciones y aclaraciones de expedientes considere oportuno, le ofrece los servicios del interventor para las explicaciones pertinentes acerca de las cuentas municipales.
Para evidenciar aún más su rendida disposición a colaborar en el acceso de Bildu al poder en la capital guipuzcoana, Elorza advierte a Izagirre que se ausentará entre el 11 y el 18 de junio, pero le invita a llamarle si lo viera «necesario». Solo un ruego: el alcalde en funciones pide a Izagirre «mucha sensibilidad y prudencia en declaraciones y gestos por parte de Bildu para no perjudicar las posibilidades de San Sebastián como Capital Europea de la Cultura en representación de España».
Por otro lado, Txema Azkuenaga, líder de Bildu en Bilbao, dejó claro ayer que su grupo no piensa poner las cosas fáciles al alcalde, Iñaki Azkuna, esta legislatura y que las políticas de ambos no pueden ser más dispares. Azkuenaga, que se limitó a esbozar sus propuestas de modo general, advirtió que ejercerá una labor de «confrontación» ante el modelo de gestión que propugna el regidor peneuvista. Una oposición «leal pero también dura». Y es que Bildu está en desacuerdo con la política «populista, de cemento, de sentirse cómodo en España, autoritaria en cuanto contrario a la participación ciudadana y de derechas representada en el tripartito de facto PNV, PSE y PP», desarrollada por Azkuna. Aunque a priori pudiera parecerlo, ello «no es óbice para que Bildu estén «predispuestas al diálogo, abiertas al consenso y al acuerdo en cuestiones que consideramos claves. Pero siempre teniendo claro que tenemos un proyecto que apuesta por una transformación profunda del modelo político, social y económico actual, centrado en la garantía de todos los derechos para todos», aclaró Azkuenaga.
En lo que respecta a los pactos PP-PSE, Azkuenaga señaló que ambos grupos «han descubierto sus cartas». «Euskal Herria necesita una normalización y una solución democráticas. Emplazamos al PNV y al PSE, alejados de la normalización, a que inicien un camino respeto a los derechos individuales», apuntó el portavoz de Bildu. En relación a la sentencia del Supremo que señala que la exhibición de fotos de etarras es terrorismo, Azkuenaga apuntó que es «legítimo» mostrar fotos con ánimo reivindicativo mientras no se haga apología del terrorismo.
EL PAÍS, 10/6/2011