ARCADI ESPADA-EL MUNDO

YO VOY a decirle a los andaluces lo que tienen que votar el domingo, porque aunque sin derecho a voto, como le sucede a la mayoría en esta circunstancia electoral concreta, soy andaluz, catalán, navarro, madrileño, etc, es decir, un español convencional. E igual que no permitiría que los andaluces con derecho a voto me robasen el trozo de suelo de la Alameda de Hércules que pisó Manuel Torre, me parecería una injusta contrapartida que ahora yo me abstuviera de implicarme. Máxime cuando tampoco voy a aconsejar un voto concreto, sino una clave. La llamada clave catalana.

Es preciso que los andaluces voten en clave catalana. Desde hace años gobierna en Cataluña un movimiento político que pretende usurpar la soberanía constitucional y arrebatar a los andaluces parte de sus derechos de ciudadanía, entre ellos el de disponer de una hebra del pelo de Rosalía. Este ilegítimo movimiento político no se presenta directamente a las elecciones andaluzas. Pero sí por varias personas interpuestas. La primera es el Psoe. Los socialistas gobiernan en España gracias a este movimiento, que les cedió sus votos por decisión última de Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia española. A cambio del apoyo los nacionalistas catalanes pretendían como de costumbre el debilitamiento del Estado, objetivo conseguido a la vista de la calidad moral e intelectual del personal que gobierna y de las decisiones que ha tomado desde su llegada al poder. El pacto pretendía también que los presos nacionalistas que serán juzgados este invierno pudieran beneficiarse de la intimidación gubernamental sobre jueces, fiscales y abogados –de la que hay signos indiscutibles– y su hipotética condena posterior fuese derogada mediante un indulto. La segunda persona interpuesta es el partido Podemos. Su programa político incluye la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en Cataluña: es decir, la liquidación inmediata de la soberanía constitucional y la neta remisión de los andaluces a los límites de su provincia. Por último está la persona interpuesta de Vox. Se trata de un partido que propugna la discriminación de las personas por su lugar de origen. Varias decenas de miles de andaluces que marcharon a trabajar a Cataluña y que contribuyeron decisivamente a construir lo que Cataluña es saben de qué va eso: ni siquiera pueden educar a los hijos en su lengua materna cuando esa lengua materna sea el castellano, lengua oficial del estado. Vox es ese partido que hoy llama charnegos a los magrebíes.

De modo que queda descrita la clave. La clave catalana es la clave de la democracia. Contra el Más Andalucía que solo es menos, la respuesta progresista, racional y democrática solo puede ser Más España.