En Madrigalejo murió El Rey y nació España

SERGIO REY GALÁN – ABC – 23/01/16

· «Muchos de los que hoy se presentan como grandes estadistas deberían echar la vista atrás y aprender lo que es el sentido de Estado»

Hoy se conmemora el V Centenario de la muerte de Fernando el Católico en Madrigalejo (Cáceres). Una fecha que debemos tener en el recuerdo por lo que supuso la figura de uno de los mayores estadistas, por no decir el mayor, con los que ha contado la historia moderna de la actual España. Una fecha para tener en el recuerdo por su testamento, que creaba y consolidaba el Estado casi como hoy lo conocemos, con una vigencia de cinco siglos y con un legado que ahora quieren dilapidar algunos iluminados que lo único que intentan esconder es su incapacidad.

Quinientos años son una efeméride demasiado importante para dejar que pase de puntillas en un país que se encuentra ante unos retos, como entonces, históricos y en el que, más que nunca, necesitamos de referentes, de personas con sentido de Estado, con altura de miras y que sepan anteponer el bien común sobre el interés personal. Lecciones que, cinco siglos después, deberían ser referencia para los que hoy aspiran a gobernar España o, lo que es peor, para los que aspiran a fragmentarla.

Fernando II de Aragón fue la persona que supo concitar voluntades, que supo ser fuerte en la debilidad, que supo ser ambicioso en sus objetivos y firme en sus convicciones. Un líder. Valores todos que le permitieron subsistir en una Europa difícil y en continuo cambio, con vecinos muy complicados, con la amenaza del islam, con un Reino de corte más medieval que renacentista y sin ejército propio.

Fernando el Católico es un referente ineludible de la historia de España, el artífice de su grandeza. Entendió que la unidad es la fortaleza, que la unidad es el futuro y que la unidad es la fórmula que garantiza los éxitos, más que las ambiciones personales o los delirios de grandeza. Una fortaleza que no estuvo nunca reñida con la generosidad ni con el sentido de Estado. Por ese motivo supo mantener, a la muerte de Isabel, las regencias de forma separada, y por eso, en su lecho de muerte, en la casa de Santa María de Madrigalejo, firmó su cuarto testamento, en el que nombró como heredera universal de todos sus reinos a su hija Juana, unificando por primera vez los territorios españoles en una sola Corona.

Con su forma de actuar y con su testamento, Fernando el Católico logró que la débil unidad del Reino de Castilla y Aragón pudiera ser estable en el tiempo, lo que fue ejemplo en toda Europa.

El florentino Maquiavelo reconoció sin tapujos que el modelo de gobernante de la Europa de la Edad Moderna era Fernando el Católico. Decía de él que partiendo de «una baja y débil fortuna» mantuvo sus dominios pacificados y unidos en torno a su persona. Italia tuvo que esperar hasta mediados del siglo XIX para lograr la unidad nacional y ser un país de referencia en Europa, porque no tuvo la fortuna de contar con estadistas como Fernando el Católico.

Hoy es el mejor momento posible para recordar a Fernando el Católico y su legado. Hoy, cuando tenemos un país huérfano de liderazgo político y de referentes sólidos a los que agarrarnos, es el mejor momento para recordar lo que hizo un Rey hace quinientos años, y cómo aun en su lecho de muerte siguió pensando en el bien común, en la fuerza del Reino, en la unidad.

Muchos de los que hoy se presentan como grandes estadistas deberían echar la vista atrás y aprender lo que es el sentido de Estado, el bien común, la importancia de sumar y no restar. Muchos deberían aprender lo que es realmente el liderazgo, y otros, a no intentar ocultar su incompetencia tras pactos a cualquier precio para llegar al poder sin medir las consecuencias. Y también hay quien debería entender de una vez por todas la importancia de la unidad para lograr la fortaleza en un mundo cada vez más globalizado. Hace quinientos años se creó una gran nación, y no serán capaces de romperla hoy los que no lo han conseguido a lo largo de cinco siglos.

Se celebran quinientos años del fallecimiento de Fernando el Católico en Madrigalejo. Cinco siglos de un testamento histórico que sembró las bases de un Estado. Un quinto centenario que ha sido reconocido por las Cortes Generales como Acontecimiento de Excepcional Interés Público.

Y aunque algunos jueguen hoy a manipular burdamente los libros de historia en busca de imposibles piruetas nacionalistas, el pueblo de Madrigalejo, sus vecinos, no van a olvidar su papel en la historia. Somos un pueblo orgulloso de ser extremeño y de ser español. Orgullosos de nuestro papel en la historia de España.

Y como alcalde de Madrigalejo invito a todos a recordar y a reflexionar. Porque hoy celebramos quinientos años desde que muriera el Rey y naciera España.

SERGIO REY GALÁN ES ALCALDE DE MADRIGALEJO – ABC – 23/01/16