El asesinato de Buesa se planificó, se decidió mientras vivíamos la tregua trampa que finalizó con el asesinato del teniente coronel Blanco y el de Fernando. ¿Tiene ETA decidido quién será el primero cuando este esperanzador periodo haya concluido? La única forma de no sentirse culpable es luchar por la derrota sin paliativos de ETA.
Me sorprendí en la Audiencia Nacional mientras juzgaban al último de los tres asesinos de Fernando Buesa, al notar que las cualidades más sobresalientes de todos ellos eran la mediocridad y una total ausencia de pensamiento. Las muletillas, los lugares comunes, un argot tan artificial como infantil, eran sus instrumentos para suplir la incapacidad para pensar y el asesinato de Fernando, su forma de salir de la mediocridad. Enseguida recordé al nazi Eichmann, juzgado en Jerusalén, que sirvió a Hannah Arendt para bucear, analizar y reflexionar sobre la «banalidad del mal».
Pero también tuve tiempo para ver cómo el asesinato de Buesa se organizó, se planificó, se decidió, mientras vivíamos aquella tregua trampa que finalizó con el asesinato del teniente coronel Blanco, al que siguió el de Fernando. ¿Tiene la banda terrorista decidido quién será el primero cuando este esperanzador periodo haya concluido? La única forma de no sentirse culpable es trabajar, luchar por la derrota sin paliativos de ETA, o, dicho en términos positivos, por la victoria de la libertad.
Al finalizar el funeral de Fernando Buesa, su hijo, cuando estábamos despidiéndonos, me dijo con una voz entrecortada por el dolor: «Espero que el asesinato de mi padre sirva para algo». Pasado el tiempo, sé que ese algo es la paz que se encuentra en el punto de intersección de la libertad y la ley. El camino para lograrlo es justamente el que propone la derrota de ETA y rechaza la negociación con la banda terrorista, el que impone un castigo justo a los asesinos y se opone a cualquier justificación política de ellos. Es, para dejarlo claro, la estrategia del Pacto por las Libertades para la derrota de ETA y el acuerdo del PSE y el PP para llevar al PNV a la oposición, el camino acertado; lo contrario , en lo que estamos por desgracia, alargará la vida de ETA y la supremacía política del PNV.
Nicolás Redondo Terreros, ABC, 31/12/2005