Editorial, EL CORREO, 28/1/12
La reunión que ayer mantuvieron el presidente Rajoy y el lehendakari López sirvió, dentro de su carácter institucional, para realzar la voluntad compartida de unidad y colaboración entre el Gobierno central y el vasco para el logro de la definitiva desaparición de ETA, tratando de situar en un segundo plano las diferencias que puedan evidenciarse en materia de política penitenciaria. De ahí que a la salida del encuentro el lehendakari quisiera subrayar el diagnóstico común que explica el desistimiento de ETA como resultado del combate democrático al terrorismo. Patxi López mostró además su confianza en la receptividad del presidente en cuanto al acercamiento de los presos y a la progresión al tercer grado de aquellos reclusos que padezcan enfermedades graves y en estado avanzado, al tiempo que interpretaba la discrepancia al respecto más como una cuestión de tiempo que de fondo. Pero la mayor o menor relevancia de tales diferencias no depende tanto del asunto en cuestión como de la utilización que de ellas se haga en la pugna entre partidos, de los efectos institucionales de esta y del provecho que puedan extraer de la diatriba, atenuada ayer, quienes siguen presentando la paz como una concesión sujeta a trueque.
Editorial, EL CORREO, 28/1/12