ÁLVARO MARTÍNEZ – ABC – 09/10/16
· Después de alabar la gestión de CFK en Argentina y del chavismo en Venezuela, el Nobel estadounidense bendice la independencia de Cataluña. Lo que le faltaba a la «cruzada».
Bueno, pues ya estamos todos… Estaba echando en falta este batallón su docta voz, pero acaba de unirse al orfeón. El economista Joseph E. Stiglitz se suma a las tesis de los separatistas y considera «muy viable una Cataluña independiente». En la «cruzada» daban ayer palmas con las orejas por el hecho de que «todo un premio Nobel de Economía» (2001) expidiese ese pasaje a la prosperidad a los viajeros a Ítaca, pues «en un mundo globalizado es más fácil para un país pequeño funcionar y funcionar relativamente bien».
Y como ejemplo citó Stiglitz a Canadá, que a simple vista no parece tan pequeño, si tenemos en cuenta que tiene 36 millones de habitantes (cinco veces más que Cataluña) y es 300 veces más grande en superficie, pero que «funciona mucho mejor que si se integrara en EE.UU.». Lo dijo anteayer en Barcelona, donde fue contratado para dar una conferencia aprovechando su visita para presentar su último libro, un nuevo volumen en la enciclopedia del «socialismo económico fetén» que viene escribiendo desde hace décadas.
Ya metido en la arena europea, también apoyó la viabilidad de la quimera soberanista poniendo como ejemplo Islandia, que en este caso tiene veinte veces menos población que Cataluña y lleva un siglo siendo independiente. De lo grande a lo pequeño, cualquier dim ensión le parece bien a Stiglitz para contentar el oído de su anfitrión. En Madrid, la víspera de hablar en Barcelona, declaró a ABC que tras el separatismo está «el egoísmo», idea que se ahorró en las Ramblas.
Ahora que estamos en época de designación de los Nobel, los infantes de este escuadrón de asombros tienen clara la distinción entre los galardones por méritos científicos y los que declaman un acento político, como suelen tener el de la Paz y el de Economía, que normalmente a la Humanidad le reportan menos beneficios que al premiado, que desde que recoge la medalla multiplica por diez el caché de sus conferencias. Al bueno de Joseph E. no hay quien le pare dando charlas y palmadas en el hombro izquierdo. Hablamos de un agradador profesional de la progresía. En 2007 salió maravillado de su visita a Caracas hablando del «éxito indudable» de Hugo Chávez y sus «políticas positivas en beneficio de los ciudadanos». Y vemos ahora la devastación de Venezuela… No menos entusiasmado dejó Buenos Aires en 2010, donde tras charlar con Cristina Fernández de Kirchner (CFK) aseguró que «Argentina es un ejemplo para salir de la crisis.
Yo siempre lo pongo como modelo». Y vemos también cómo dejó CFK la Casa Rosada y el país: una inflación acumulada del 140 por cien, corrupción, las reservas del Banco Central al nivel más bajo desde 2006 y recesión del -0,7, cuando crecía al 8 por ciento cuando ella cogió el bastón. Stiglitz lleva años de tournée y en su rentable acción didáctica no ha dejado de visitar España. Cuando estaba en la Junta, Manuel Chaves se lo trajo para dar lecciones de economía social y aquello terminó siendo un canto a la «fortaleza» del sistema andaluz, que, a su juicio, «tiene en la agricultura un pilar que lo aislará de parte de los efectos de la crisis». Ni palabra del paro ni de otras debilidades de la economía regional.
Ya lo saben, la Argentina de CFK es el modelo, el chavismo es una bendición, Andalucía es un bastión económico, Alemania es el verdadero problema de la economía europea, el euro es un veneno y Merkel, el demonio… y una Cataluña independiente es «muy viable».
ÁLVARO MARTÍNEZ – ABC – 09/10/16