Eran bebés

JUAN CARLOS GIRAUTA-ABC

  • Eres insalvable si lees «bebés degollados» y alzas la copa en tu cabeza trastornada porque eran bebés judíos

El mayor pogromo en un solo día desde el Holocausto. Estará satisfecha la red occidental que blanquea a Hamas. Nutrida red que va del PESC Borrell –siempre ‘deeply concerned’, siempre diplomáticamente del lado del mal– al bandido Maduro: «Jesús fue un niño palestino crucificado por el Imperio español». Puedes reírte del disparate. Pero han degollado bebés. Violar y mutilar, escarnecer y asesinar, secuestrar a una superviviente del Holocausto, a familias enteras, o mermadas en el acto del secuestro. Pero degollar bebés. Quizá tú tengas la suerte de olvidarlo, yo no podré.

¿O acaso eres de los que ni siquiera disimulan un poco? Un psicópata al que se la sopla. Si es así, estás hecho de madera podrida; eres insalvable si lees «bebés degollados» y alzas la copa en tu cabeza trastornada porque eran bebés judíos. De ninguna manera condenas porque te es connatural la judeofobia. Tu corazón infecto está con esas masas, bañadas en el odio irremediable, que celebran la masacre. Masas que, por cierto, ya están aquí. La podre en la que has elegido revolcarte te ha desalmado, desalmado, y ya solo eres, campeón, una de las numerosas correas de transmisión de las que dispone en España la Embajada rusa. También puede que te cuentes entre los antisemitas de extrema derecha, ahora que esa tara degrada sobre todo a la izquierda, extrema o no. Sois cuatro. La mentira ha sustituido hasta tal punto a la verdad, los constructos a la realidad, que el partido español más claramente defensor de Israel, hogar nacional de los judíos, es aquel al que el periodismo basura tilda de ultraderecha.

Ya, claro, es que ahora ser progresista significa lo que aquí anticipé, y cuánto me duele acertar: permanecer ciego ante el primer pogromo difundido en vídeos y alarmarse, vociferar, escandalizarse preventivamente ante la eventual reacción de Israel. Vamos a ver, canallitas: en primer lugar, creéis ocupar el puesto de los avanzados cuando en realidad encarnáis el odio milenario contra el judío, el atavismo que en el siglo XX acabó rompiendo en dos la historia de la humanidad. En segundo lugar –y esto no va por ti, ciego ‘woke’, solo lo lanzo por si algún joven puede salvarse–, ¿te has planteado lo que haría Francia, o el Reino Unido, o cualquier país que se respete (por desgracia no puedo incluir al nuestro) ante un ataque semejante?, ¿estarían ya los medios, las instituciones como la UE o la ONU, levantando su dedo admonitorio y advirtiendo contra su respuesta?, ¿o bien ofrecerían un apoyo incondicional a la democracia liberal agredida?

Fíjate, por una vez, virando los planes de su administración, que era contraria al escenario alumbrado por los Acuerdos de Abraham, Biden ha sido el presidente que debía ser. Su discurso tras la carnicería es el mejor que ha pronunciado. Su claridad no es que merezca halagos por virtuosa, es que es la única posible si nuestros valores siguen existiendo.