EL MUNDO 05/04/13
· Las advertencias de Artur Mas han caído en saco roto. El presidente de la Generalitat habló el miércoles, en el balance de sus primeros 100 días de legislatura, de una situación de «emergencia» de las finanzas catalanas. Para hacerle frente, pidió a ERC y al PSC que accedan a compartir Govern con él. Pero Oriol Junqueras no sólo no está dispuesto a dejar de ser socio de CiU desde fuera del Ejecutivo, sino que ayer dejó en el aire el apoyo de su partido a los presupuestos de este año.
La Generalitat todavía no ha presentado sus cuentas para 2013 con la esperanza que el Gobierno español amplíe su margen de déficit, situado en el 0,7% de su PIB. Pero el presidente de ERC avisó ayer de que su formación ni siquiera avalaría unos presupuestos de la Generalitat con un techo del 1,5%. Incluso ese desvío -de más del doble de lo previsto hoy- sería «inasumible» para Junqueras, por los «recortes trágicos» que supondría. Por tanto, no lo aprobaría.
El líder independentista fue muy claro: «¿Avalar presupuestos que no se puedan cumplir y que condenan a tu sociedad? Si alguien piensa que avalaremos esto, es que ha perdido el juicio».
Si Junqueras lleva a cabo sus amenazas, el Ejecutivo de CiU quedaría tocado de muerte. Sólo un cambio de alianzas, que le llevaría a pactar con el PSC, podría salvarle de volver a adelantar las elecciones, pero un acuerdo de esas características parece hoy en día casi imposible.
Junqueras lamentó ayer que se aplauda la posibilidad de que el Gobierno relaje el déficit a Cataluña del 0,7% al 1,5% del PIB, lo que supondría, según sus cálculos, pasar de unos recortes de 4.800 millones de euros a otros igualmente severos de 3.200 millones. «La gente que celebra esta relajación, que no es ni una promesa, se está vendiendo antes de que nos compren», dijo.
Tras volver a protestar por el «déficit fiscal de 13.000 millones anuales» de Cataluña, el líder de ERC dijo que hay que dejar de lado la «ficción» de que la Generalitat controla sus cuentas, cuando no dispone de instrumentos propios y debe aplicar unos presupuestos impuestos por el Gobierno central; que, además, según dijo, no cumple los pactos con Cataluña ni está abierto a dialogar ni por cuestiones económicas ni por la consulta de autodeterminación, informa Efe.
El portavoz parlamentario de CiU, Jordi Turull, dio poco después la razón «plenamente» a Junqueras y recordó que el Ejecutivo catalán está intentando que el techo de déficit se eleve hasta el 2%. «Es la batalla en que estamos sumergidos, ya que el actual objetivo de déficit para 2013 no se puede cumplir. Pedimos el tercio del que se otorgue al conjunto del Estado», afirmó. Turull advirtió de que su formación no puede hablar «con tanta contundencia» como ERC porque, como está en el Govern, debe gestionar «el día a día e ir pasando mes a mes», pero comparte «tanto el diagnóstico como la solución final en mayúsculas», que es la de conseguir, a través de una consulta, que Cataluña tenga control total sobre sus recursos.
Desde la oposición, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, afirmó ayer que «si Mas no logra aprobar presupuestos, será su gran fracaso».
Además, y ante la hostilidad mostrada por algunos dirigentes del PP de otras partes de España con respecto a la posibilidad de que el Ministerio de Hacienda permita objetivos de déficit diferentes a las comunidades, Sánchez-Camacho anunció que hará pedagogía entre sus colegas populares: «He pedido a algunos barones del partido que no cuestionen la petición de una mejor financiación para Cataluña. Lo que tienen que hacer, si también quieren un modelo nuevo, es pedirlo por su cuenta, pero sin criticar las propuestas del PP catalán».
EL MUNDO 05/04/13