EL MUNDO – 03/01/15
· Los republicanos redoblan la presión para que haya adelanto electoral.
Pese a que formalmente siguen negociando, la distancia entre Esquerra y Convergència es cada vez mayor. Y esas diferencias se hacen evidentes en cada declaración de los dirigentes de los dos partidos. Enfangados en el debate de si deben adelantarse las elecciones autonómicas y con qué formato, y preocupados por la irrupción de Podemos, los republicanos echaron mano ayer de un nuevo elemento de presión contra Artur Mas: amenazaron con forzar al presidente de la Generalitat a dar explicaciones en el Parlament sobre el caso Pujol.
ERC trata de hacer ver al Govern que no le va a salir gratis la opción de desestimar el adelanto electoral, una posibilidad que gana fuerza porque Oriol Junqueras se niega a aceptar la lista conjunta soberanista que exige Mas. Consciente de que la corrupción es el talón de Aquiles de CiU, el secretario general adjunto de los republicanos, Lluís Salvadó, atacó ayer por ese flanco.
En contra de lo que ha venido haciendo su partido hasta ahora –ha impedido con sus votos hasta en tres ocasiones que Mas dé explicaciones sobre el caso Pujol–, Salvadó aseguró ayer que si el president no comparece voluntariamente en la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlament, ERC no se quedará «con las manos en los bolsillos». En ese caso, dijo, pedirá que Mas hable directamente ante la comisión específica sobre la corrupción y el fraude fiscal que se ha creado en la Cámara catalana.
El secretario general adjunto de ERC también advirtió a Mas de que si no propicia ya el adelanto corre el riesgo de «pasar a la Historia como el presidente que descarrila el proceso hacia la independencia», y dijo que los republicanos no serán sus «cómplices» si quiere un 2015 sin elecciones.
En plena guerra entre CiU y ERC por no aparecer ante el sector independentista de la sociedad catalana como el principal culpable de un eventual fracaso del proceso soberanista, Salvadó subrayó su confianza en que esas formaciones acabarán llegando a un acuerdo para celebrar unas elecciones «en clave plebiscitaria».
Después, sin embargo, insistió en el principal ultimátum que ERC le ha planteado a Mas: si no hay pacto antes de finales de mes, los republicanos impedirán que la Generalitat apruebe sus Presupuestos para 2015. «Antes del 27 de enero deben convocarse elecciones si queremos que el proceso no descarrile ni pare el ritmo marcado», insistió en RNE.
El Govern guardó ayer silencio sobre las nuevas amenazas de ERC, pero el portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs, ya exigió a Junqueras el pasado martes «menos exigencias y más generosidad» para llegar a un acuerdo.
Las posiciones siguen enrocadas desde finales de noviembre: Mas pretende que una candidatura conjunta le evite el desgaste electoral acumulado por la marca CiU, mientras que Junqueras se niega a asumir la corrupción de sus hasta ahora socios y propone un «paraguas» que cobije –en diferentes listas con un punto en común en el programa– a los partidarios de la independencia.
Desde la trinchera contraria, el secretario general y portavoz de Ciudadanos, Matías Alonso, instó ayer al presidente de ERC a «asumir que Artur Mas le ha tomado el pelo durante dos años».
El dirigente del partido de Albert Rivera afirmó que Esquerra está «aturdida» por las maniobras de CiU –por ejemplo, con la consulta del 9 de noviembre del año pasado, que Mas convirtió de forma unilateral en un «proceso participativo» sin garantías–, y sostuvo que los republicanos son conscientes de que «no habrá asonada en el balcón y de que el separatismo sigue siendo minoritario», por lo que, según él, no podrán gobernar, independientemente de cuándo se celebren las elecciones.
El calendario y los presupuestos
El 19 de enero, fecha tope. La penúltima semana del mes será clave para conocer si finalmente habrá elecciones anticipadas en Cataluña. ERC insiste en que si para el 19 de enero no hay acuerdo sobre el adelanto, vetará los Presupuestos de la Generalitat. En ese caso, Artur Mas está dispuesto a llevar la legislatura hasta su fin natural, en 2016.
Más de un mes de desencuentros. El formato final del 9-N, que ERC interpretó como una traición de Artur Mas para tratar de sacar rédito del proceso soberanista, supuso un punto de inflexión en la relación entre el ‘president’ y Oriol Junqueras. Desde ese momento, el líder de Esquerra no ha dejado de exigir sin éxito que se convoquen cuanto antes unas elecciones anticipadas en clave plebiscitaria. Sin embargo, Junqueras no es partidario de acudir a las urnas con una candidatura conjunta con CiU.
EL MUNDO – 03/01/15