EL MUNDO 11/12/13
· Ni los ecosocialistas ni los republicanos admiten que haya un pacto sobre la consulta.
Ni los ecosocialistas catalanes ni los republicanos independentistas admitieron ayer en Madrid la existencia de un preacuerdo orquestado por Artur Mas con Unió y con ICV, para sacar adelante el texto de la pregunta que se pretende someter a consulta entre los catalanes y que sustituiría la palabra independencia por un giro del tipo Estado soberano o Estado propio.
ICV, una de las formaciones con las que el president habría contactado para pactar, negó categóricamente la mayor. Su portavoz en el Congreso, Joan Coscubiela, recordó que la posición de su partido es «bien conocida» y se mantiene en la aspiración de «alcanzar un gran acuerdo en el Parlament» en el que Mas debería tener un «papel importante».
Sin embargo, fue la reacción de ERC la que marcó el debate. Los republicanos independentistas que se sientan en el Congreso restaron credibilidad al supuesto pacto, pero también aprovecharon la ocasión para lanzar un mensaje nítido a Artur Mas, a quien recordaron que todavía está pendiente la votación de los Presupuestos, prevista para el Pleno del día 18 en el Parlament.
Su portavoz, Alfred Bosch, se expresó en esos términos en declaraciones a 8TV y sus palabras fueron secundadas por otros miembros de su grupo parlamentario contactados por EL MUNDO. «No creemos que Mas haya hecho pacto alguno a nuestras espaldas. Él sabe que aún debe superar la votación de los Presupuestos y la lealtad debe ser en ambos sentidos», explicaban las fuentes consultadas.
El diputado Joan Tardà, por su parte, insistía en que el propio Mas, pese a las presiones que está recibiendo en este tramo final de negociaciones, tiene presente que las «bases populares» de su partido digerirían mal una pregunta diluida. Él no alberga dudas de que al final el texto será nítido. En su grupo dan por hecho que la votación de Presupuestos aclarará todas las dudas: si salen adelante implicará que la pregunta y su tramitación han sido acordadas satisfactoriamente.
Pese a estos pronunciamientos, la portavoz de ERC en el Parlament, Marta Rovira, prefirió mostrarse más cauta haciendo hincapié en que en el debate sobre las cuentas catalanas debe primar el interés general, aunque también ella admitió que existe una «relación estrecha» entre el debate presupuestario y el de la consulta. «Son caminos paralelos», dijo, «que se retroalimentan mutuamente».
De vuelta en Madrid, los representantes de CiU se esforzaron por imprimir a sus palabras una extremada prudencia. Pere Macias (CDC) evitó dar una respuesta concreta cuando se le preguntó acerca de la existencia de un preacuerdo con Unió y con ICV para presentar una pregunta suave. El diputado se limitó a expresar su convencimiento de que «habrá consenso» en torno a un texto que será «lo más inclusivo posible» y rechazó dar su opinión personal – por «irrelevante»– sobre la posibilidad de sustituir la palabra independencia por la expresión Estado soberano. «Desde CiU», dijo, «tenemos que ayudar a que Mas llegue a un acuerdo y las opiniones que puedan interferir es mejor guardárselas».
Desde el PSOE rechazaron entrar a valorar los posibles contenidos de la pregunta, ya que ellos parten del principio básico de que «el derecho de autodeterminación no cabe en la Constitución». La portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, se expresó con claridad meridiana. «Nosotros estamos absolutamente en contra de ese derecho. Sobre la soberanía deciden todos los españoles», afirmó.
Desde el bando popular, el portavoz Alfonso Alonso se planteó la duda de si Mas pretende hacer una pregunta a «todos los catalanes» o «sólo a ERC» para saber si le mantienen. En su opinión, las preguntas a las que debería dar respuesta el propio president tendrían que referirse a cuestiones como «qué hacer para ayudar a Cataluña a salir de la crisis y reducir la cifra de 800.000 parados que padece» o «cómo llevarse bien con los vecinos». Para Alonso, el «juego político» para acordar el texto de la pregunta que se sometería a una hipotética consulta «sólo sirve para provocar división y tensiones entre los catalanes y entre los españoles».
Homs niega una pinza con ICV
El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, no quiso desvelar ninguna de las incógnitas que a estas alturas todavía rodean las negociaciones sobre la pregunta de la consulta que deben pactar, antes de final de año, CiU, ERC, ICV y CUP. Se mostró hermético en todo excepto en una cosa: negó que exista una pinza entre CiU e ICV para rebajar el tono – en el sentido de que no se pregunte directamente por la independencia, sino sobre algún eufemismo – ante la posición maximalista de ERC. «Es falso», dijo, pese al notorio enfado que arrastran los republicanos.
Mostrando evidentes muestras de incomodidad, Homs, normalmente locuaz, despachó más de una decena de preguntas sin desvelar ni siquiera si Artur Mas ya ha comenzado a reunirse con los líderes del resto de partidos.
El portavoz de la Generalitat sólo se explayó cuando acusó al Gobierno español, como suele hacer cada martes, de no respetar el derecho a decidir de los catalanes: «No deja de ser sorprendente que el presidente de un Estado democrático se resista de esta manera tan sorprendente a conocer la voluntad del pueblo de Cataluña. No podemos concebir que un dirigente político comprometido con la democracia rechace poder votar».
EL MUNDO 11/12/13