EL PAÍS 18/03/13
· Los republicanos avalan el ‘tijeretazo’ a los funcionarios y el cierre de dos centros escolares
· CiU y PP preservan las subvenciones a los colegios de élite
· Mas y ERC sellan un pacto inestable
Del dicho al hecho hay un trecho. Y Esquerra lo demostró ayer. Tras cargar contra el Gobierno de Artur Mas por el recorte a los funcionarios —740 millones de euros, el mismo que el año pasado—, el partido republicano dio un giro de 180 grados en su argumentación y bendijo el tijeretazo en el Parlament. Pese a presumir de tener margen para hacer de oposición, ERC avaló el recorte para cumplir con el pacto que suscribió con CiU para hacer presidente a Mas. Los republicanos se jactaron cuando firmaron el acuerdo de dar un giro social a los nacionalistas; luego amenazaron con rechazar las cuentas si había un recorte sin pactar. Pero al final, bendijeron los recortes de CiU.
El diputado Sergi Sabrià subió al estrado para defender la posición de ERC. Y lo hizo siguiendo el relato que la federación nacionalista y los republicanos han impuesto para justificar los recortes: asegurar que todo tijeretazo es inevitable; describir el difícil panorama económico; y culpar al Gobierno central. “El Estado español nos tiene sometidos a una situación de ahogo y asfixia”, introdujo, y añadió: “Buscamos evitar que los injustos ajustes en ningún caso sean ideológicos, sino los absolutamente imprescindibles para evitar el definitivo colapso de la Generalitat”. ERC mostró su sólida alianza con CiU en el resto de votaciones, por muy dolorosas que sean para sus electores o militantes. Sin ir más lejos, en la misma sesión parlamentaria votó junto a la federación para tumbar una moción que exigía mantener abiertas las escuelas can Montllor de Terrassa y Xarau de Cerdanyola del Vallès. Esquerra, el partido que más batalló la pasada legislatura contra el cierre de colegios, justificó su voto por el aumento del gasto que supone la construcción de nuevos edificios, informa Ivanna Vallespín.
UGT tacha de “fraude social” y de “farsa” la actitud de los republicanos
En la única votación en la que CiU no encontró el acomodo de ERC, la federación nacionalista no dudó en echar mano del PP. En el mismo pleno en que los desencuentros entre ambos partidos fueron especialmente agrios, CiU y PP se pusieron de acuerdo para preservar las subvenciones a los centros de élite. La moción sobre educación de Ciutadans pedía que antes de cerrar plazas en la escuela pública y reducir las becas comedor se pasara la tijera a los conciertos.
La oposición dejó el pacto de CiU y PP en anécdota, y cargó contra los republicanos por su aval a los recortes. Especialmente duro fue el portavoz del PSC, Jaume Collboni, que acusó a los independentistas de “haber enterado en cal viva el giro social prometido”.
Para justificar el aval de ERC a los recortes que CiU lleva dos años aplicando a los empleados públicos, los dos partidos presentaron ayer un documento de tres folios elaborado por un “grupo de trabajo de la función pública constituido en virtud del Acuerdo por la transición nacional y para garantizar la estabilidad parlamentaria”. El texto precisa que tiene por objetivo “minimizar las consecuencias de los ajustes presupuestarios” pero su redactado es genérico y no aporta novedades —por mucho que asegura que es así—, salvo la posibilidad de recuperar alguno de los tres días de asuntos propios eliminados en 2011 por la Generalitat, una medida que ratificó el Gobierno español el año pasado.
El primer folio de los tres del acuerdo es un listado que retrata las medidas de ajuste tal y como ya se conocen: las hay temporales y definitivas, y se introducirá flexibilidad, movilidad y eliminación de duplicidades entre administraciones, algo que la vicepresidenta, Joana Ortega tiene pendiente de concretar en un estudio de reorganización desde el verano pasado. También afirma que se mejorará “el estilo de comunicación de los trabajos y las medidas a adoptar”.
El pacto no hace ninguna referencia al recorte de jornada y sueldo de un 15% impuesto a 6.700 interinos.
El segundo y tercer folios se dividen en 12 apartados que deberían concretar los acuerdos. Pero algunos tienen trampa. Por ejemplo, cuando se afirma que no se eliminará la paga doble a quienes cobren menos del 1,5 veces el salario mínimo: esto es, quienes ganen menos de 13.551 euros anuales. Pero resulta que si se miran las tablas salariales de funcionarios e interinos, no hay nadie que cobre menos que esa cantidad, ni siquiera los subalternos. Los salarios menores son de 13.752 o 13.836. Sí hay salarios anuales inferiores a 18.000 euros, pero sobre éstos el pacto afirma solo que se estudiarán. Además, si hubiera empleados públicos que cobran menos este límite, el perdón de la paga ya lo contempla el recorte de la paga extra del Gobierno español aprobado en julio del año pasado.
Hay más puntos del acuerdo que son papel mojado: como el que dice que no se realizarán horas extras salvo en casos extraordinarios (ya es así desde hace años), que no se contratará personal laboral (también viene evitándose), o que se limitará el sueldo de los directivos o el número de miembros de los órganos de dirección, medidas de las que también se habla cada vez que el ejecutivo anuncia un nuevo recorte o la prolongación de los vigentes.
La única novedad que introduce el pacto entre ERC y CiU es, en el capítulo de flexibilidad horaria (también prevista y anunciada) la posiblidad de “incorporar dos o tres días de permiso no recuperable para conciliación de la vida laboral y familiar”. Entre tantas obviedades, el pacto no hace ninguna referencia al recorte de jornada y sueldo de un 15% impuesto a 6.700 interinos. Este recorte fue anunciado inicialmente por dos años (2012 y 2013) pero el plan de reequilibrio que el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell llevó al Consejo de Política Fiscal y Financiera lo prorrogaba hasta 2014 incluido.
Los sindicatos cargaron ayer de nuevo contra el recorte avalado por ERC. CC OO recordó que los representantes de los trabajadores han pedido “en varias ocasiones” a los republicanos “que no apoyen” el recorte y que junto a UGT han presentado medidas alternativas para ahorrar en personal. UGT tacho de “fraude social” la actitud de ERC y de “farsa” la negociación con CiU. Los sindicatos se reunirán de nuevo el próximo lunes con la administración.