EL MUNDO 14/08/13
· CiU y ERC volvieron a utilizar ayer su alianza para aplicar su voluntad en el Parlamento de Cataluña. En esta ocasión, sin embargo, en una medida sin relación alguna con el debate soberanista y sí vinculada a los efectos de la crisis y los recortes que el Gobierno catalán ejecuta en el Estado de Bienestar. Ambas formaciones evitaron ayer que los miembros del Ejecutivo tengan que dar explicaciones en la cámara catalana por los 50.000 niños que, según denunció en un informe la semana pasada el Síndic de Greuges –defensor del pueblo catalán–, sufren privaciones alimentarias a cuenta de la falta de recursos.
La comparecencia de los consejeros de Economía, Educación y Bienestar en la Diputación Permanente –órgano que sustituye al pleno en periodo de vacaciones– fue reclamada la semana pasada por todos los grupos de la oposición, a excepción de la CUP. Sin embargo, ayer lo único que se logró durante la Junta de Portavoces es que CiU y ERC aplicaran su particular rodillo y limitaran las explicaciones, previstas para el 29 de agosto, al propio síndic, Rafael Ribó, para que explique un informe que, en todo caso, es sobradamente conocido y que copó la actualidad catalana la semana pasada.
Sólo tras escuchar a Ribó, señalaron los portavoces de ambos partidos, se decidirá si debe escucharse también a los miembros del Gobierno. Una alternativa que el resto de partidos recibió entre apreciaciones de «fraude democrático» e «impresentable». Sobre todo porque ese mismo día comparecerá, por voluntad propia, el titular de Economía, Andreu Mas-Colell, para explicar la controvertida prórroga de los Presupuestos.