EL MUNDO – 20/12/14
· Por primera vez desde 2012, los que se oponen a la independencia superan a los separatistas según la encuesta de la Generalitat Junqueras advierte a Mas de que no debe «escaparse un voto más»
Por primera vez desde 2012, cuando se inició el llamado proceso soberanista, una encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat detecta que quienes no quieren la independencia de Cataluña (45,3%) son más que los que la quieren (44,5%).
Esa estimación, que ha provocado una conmoción en ámbitos nacionalistas, llega justo en el momento en que Oriol Junqueras ha intensificado su presión sobre Artur Mas para que convoque ya unas elecciones autonómicas. Tras una nueva reunión infructuosa con el presidente de la Generalitat, el líder de ERC justificó ayer sus prisas diciendo que hay que impedir «que se escape ningún voto independentista», e insistió en «buscar la fórmula para sumar a los indecisos».
Del sondeo del CEO, el primero después del 9-N, se desprende que el apoyo a la independencia ha caído más de nueve puntos desde octubre, mientras que el número de quienes se oponen a la secesión ha crecido en casi el mismo número, propiciando el vuelco.
La sacudida del CEO se hizo notar en la última jornada del debate parlamentario en Cataluña, en el que los Presupuestos de la Generalitat superaron su primer trámite gracias a la tregua que ERC ha dado a Mas para que adelante las elecciones. Pero en la reunión de ayer entre Mas y Junqueras, que apenas duró media hora, no hubo avances significativos.
Pese a que ambos dijeron al salir que había ido «bien», siguen enrocados en sus planteamientos: Mas, en que es imprescindible una lista unitaria, y en que si no hay acuerdo sobre ese punto no adelantará las elecciones; Junqueras, que teme contaminarse de la corrupción de CiU, en que se presenten varias candidaturas independentistas.
El líder de ERC advirtió de que espera «gestos» de Mas –es decir, un adelanto electoral– después de que su partido renunciara a presentar una enmienda a la totalidad a los Presupuestos para 2015. Sin embargo, los republicanos mantienen la amenaza de vetar las cuentas sección por sección si el 19 de enero no se ha alcanzado ningún acuerdo sobre las elecciones.
Junqueras insistió tras la reunión en que «la demanda de la sociedad» es que haya autonómicas de cariz plebiscitario «lo antes posible», y afirmó que los «gestos» de ERC durante el pleno que acabó ayer deberían servir para «favorecer el clima de diálogo».
Según la propia Generalitat, a la pregunta «¿quiere que Cataluña sea un Estado independiente?» el 45,3% de los 1.100 encuestados responde que no y el 44,5% que sí. Un 7,5% no sabe qué contestar, y un 2,8% no quiere hacerlo.
El director del CEO, Jordi Argelaguet, muy cercano a las tesis soberanistas, puso en circulación hasta tres reflexiones para matizar ese resultado. La primera: que esta vez se ha preguntado por las preferencias de los ciudadanos, en abstracto, y no directamente qué votarían. «El no no está movilizado, y habría que ver si esa gente iría a las urnas». La segunda: que una vez que Mas ya ha expuesto su plan para que Cataluña sea independiente, «la gente ya no responde sobre una hipótesis, sino sobre un elemento tangible, y puede aparecer la aversión al riesgo». Y la tercera: que el independentismo en Cataluña tiene mucho que ver con quién gobierna en La Moncloa, y «ya se está descontando que el PP no obtendrá mayoría absoluta en las próximas elecciones».
Sin embargo, hay otros elementos en el sondeo que deberían preocupar a los independentistas. Los catalanes que se declaran de identidad compartida en diferentes grados son clara mayoría. Un 38,2% de los encuestados dicen sentirse «tan español como catalán», un 26% «más catalán que español» y un 3,5% «más español que catalán». Sólo un 24,6% se declara sólo catalán.
Pero sobre todo sorprende el resultado cuando se pregunta por el modelo político preferido.
Tras el 9-N, los partidarios del Estado independiente caen más de nueve puntos (del 45,3% de octubre al 36,2% actual), y la opción federal crece desde el 22,2% hasta el 28,9%.
Disminuye, aunque mucho menos que la opción secesionista, la de seguir siendo una comunidad autónoma (del 23,4% al 21,8%), y aumenta el número de ciudadanos que preferirían que Cataluña fuera sólo una región de España. En conjunto, crecen un 8,5% los partidarios de que Cataluña siga de una u otra forma dentro del Estado actual.
Estos datos animaron a PSC, PP y Ciutadans a sacar pecho. El portavoz parlamentario de los socialistas catalanes, Maurici Lucena, dijo que el crecimiento del apoyo a un encaje federal de Cataluña en España se traducirá «más pronto que tarde» en votos a su partido.
El PP afirmó por boca de su portavoz, Enric Millo, que la encuesta del CEO evidencia que no existe una mayoría independentista en Cataluña. Y el líder de Ciutadans, Albert Rivera, se felicitó de que el soberanismo «esté descendiendo».
De los tres, sin embargo, sólo Rivera tiene motivos para el optimismo, porque la encuesta del CEO también incluye una estimación de voto en unas eventuales elecciones autonómicas que deja mal parados a socialistas y populares.
Según el sondeo, CiU (21,9% de votos, 34-36 escaños) y ERC (21% y 34-35 diputados) se disputarían la victoria. Por detrás, Ciutadans se situaría como tercera fuerza y pasaría de nueve escaños a entre 14 y 16, mientras que el PSC caería hasta la cuarta posición y perdería seis o siete diputados de los 20 que tiene actualmente en la Cámara catalana.
El PP, con un 8,8% de los votos y entre 11 y 12 escaños, se quedaría muy cerca de la gran sorpresa de la encuesta: Podemos. El partido de Pablo Iglesias podría obtener entre nueve y 11 diputados en el Parlament, en un momento en que todavía no tiene líder ni apenas estructura en Cataluña. ICV sería el principal damnificado de esta irrupción: de los 13 escaños que tiene ahora sólo conservaría siete u ocho. Se trata del mismo número que obtendría la CUP, aunque en este caso son buenas noticias para ese partido, porque actualmente tiene tres.
EL MUNDO – 20/12/14