EL MUNDO 03/03/14
· Bosch y Tardà han visitado 30 legaciones extranjeras pidiendo apoyo a su proyecto.
La actividad internacional del Gobierno de la Generalitat de Cataluña tiene importantes aliados en los partidos que apuestan por la independencia, especialmente Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Su portavoz en el Congreso, Alfred Bosch, normalmente acompañado por su número dos, Joan Tardà, ha recorrido ya una treintena de embajadas extranjeras en Madrid para exponer a sus representantes cómo se producirá, siempre según su versión, la independencia de Cataluña.
Como ha podido saber este diario, algunos de estos contactos y entrevistas se han producido a petición de las representaciones diplomáticas y otros encuentros se han mantenido a iniciativa de los diputados independentistas. Estos contactos internacionales no han terminado y continuarán durante 2014. Por eso, los responsables de ERC no quieren adelantar detalles de las reuniones mantenidas hasta ahora.
La pasada semana, Bosch y Tardà visitaron la embajada de Uruguay. También hace escasas fechas han recibido la llamada de la representación de Egipto.
En sus reuniones, Bosch ha expuesto a sus interlocutores –en ocasiones el embajador y a veces a otros responsables diplomáticos– que el Parlament catalán ha decidido por amplísima mayoría celebrar un referéndum para decidir sobre la independencia de esta comunidad. Y que el Gobierno autonómico ha acordado que se celebre el próximo 9 de noviembre.
Normalmente, Bosch ha pedido a los representantes diplomáticos extranjeros el apoyo de sus estados al proceso independentista.
La tesis explicada y esbozada por Bosch es que la consulta se debe celebrar porque así lo quieren los catalanes. Y que el Ejecutivo español no puede impedir la decisión de la mayoría de la sociedad catalana si en verdad se considera un Gobierno democrático.
Aun así, y si el Gobierno de España no se mueve, sigue rechazando la consulta y decide recurrirla ante el Tribunal Constitucional en lugar de facilitar su celebración, ERC es partidaria de intentar que se abran las urnas hasta el último momento.
En sus contactos, Bosch defiende que lo que quieren los catalanes es lo que ya han hecho los ciudadanos de Quebec, en Canadá, o lo que van a hacer los de Escocia. Nada fuera de lo que ocurre con normalidad en otros países occidentales.
El diputado independentista suele resaltar que no es Cataluña la que es diferente del contexto internacional, sino que es el Reino de España el que se distancia así de Canadá o del Reino Unido «al impedir votar a los catalanes» e intentar por la fuerza que puedan decidir su futuro.
Como suele defender Bosch, «aplastar la voluntad democrática de los catalanes equivale a aplastar la misma democracia en España», porque aceptar la voluntad de los catalanes «reforzaría y consagraría la misma democracia en España».
Bosch explicó a este diario que el interés internacional que está despertando el proceso independentista catalán es «muy alto en los cinco continentes». No en vano, se ha entrevistado con representantes de países europeos e iberoamericanos, pero también del resto del planeta. «Es muy difícil decir dónde es mayor el interés», dice, «pero sí donde es sorprendentemente menor: aquí, en España», en referencia al Gobierno de Mariano Rajoy.
Algunos embajadores han querido viajar a Barcelona para entrevistarse allí con el secretario general de Esquerra, Oriol Junqueras; con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, o con otros altos cargos del Govern de CiU.
Mas y «la gran partida»
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, afirmó ayer que «la gran partida catalana se juega delante de Europa y del mundo», y explicó que la celebración de la consulta soberanista el 9 de noviembre depende de si Cataluña puede mostrarse ante la comunidad internacional como un territorio que hace las cosas con pulcritud, radicalidad democrática y de acuerdo con los marcos legales.
En una entrevista al diario ‘Ara’ recogida por Europa Press, aseguró que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no se esperaba una mayoría a favor de la consulta en la Cámara catalana, por lo que «se desconcertaron y reaccionaron a la brava», y remarcó que la Unión Europea no tiene intención de mediar en el conflicto.
Para Mas, los puentes de diálogo con Madrid no se han acabado de romper, aunque «estamos en esta fase de interrupción y desconexión del diálogo, por parte de ellos».
EL MUNDO 03/03/14