La luz de Íñigo Errejón comienza a apagarse en el Congreso. Cada día son más los indicios de que será apartado como portavoz parlamentario de Podemos en la reunión que mantendrá este sábado la nueva dirección del partido morado, en la que está en juego el papel de todo el errejonismo en la Ejecutiva y en el organigrama de la formación después de los resultados del reciente congreso de Vistalegre II, en el que Pablo Iglesias le ganó el pulso por mayoría absoluta.
Ahora, el líder de Podemos tiene las manos libres para relegar a quien fuera su número dos y para promocionar a gente de su equipo. En este caso, y tras las pistas dadas en los últimos días, todo apunta a que su sustituta será Irene Montero, hasta ahora portavoz adjunta de Podemos. Incluso hay diputados independientes dentro del grupo parlamentario que ya empiezan a dar por hecho el cambio de portavoz.
Hay un nuevo indicio que ha generado bastante revuelo. Errejón no preguntará al Gobierno en la sesión de control del próximo miércoles, algo que viene haciendo con normalidad en calidad de portavoz del grupo parlamentario. Eso ha acrecentado las sospechas de que a partir del sábado será apartado de su puesto como castigo por defender una candidatura alternativa en el congreso de Vistalegre II.
Además, la que sí ha registrado una pregunta es Irene Montero, que planteará a la ministra de Sanidad una cuestión sobre la violencia machista. Por lo tanto, podría estrenarse ya ese miércoles con el cartel de nueva portavoz de Podemos.
Este cargo es uno de los puestos más relevantes e influyentes que tiene Errejón, y el que le garantizaría continuar con una gran proyección mediática a pesar de su pérdida de poder orgánico dentro de Podemos. De ahí que su continuidad en el puesto nunca fuera bien vista por los pablistas, que creen que podría hacer sombra a Iglesias. Por el mismo motivo también va a perder la Secretaría Política, la macrocartera de la que era responsable y que le convertía de facto en número dos. Ésta va a desaparecer por ser una «anomalía» política respecto al resto de partidos o, en palabras de Juan Carlos Monedero, por ser un «disparate»; porque la línea política, se argumenta, sólo la puede dirigir el secretario general.
Además, hay una segunda pista de las últimas horas que también apunta a la destitución de Errejón como portavoz. Pablo Iglesias ha planteado a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, su deseo de ser el representante de Podemos en la comisión de Secretos Oficiales, cuya composición se elige en el Pleno del próximo miércoles.
Ese papel corresponde tradicionalmente a los portavoces de los grupos parlamentarios y no a los líderes. Por tanto, resulta significativo que Iglesias no haya planteado el nombre de Errejón. Fuentes oficiales de Podemos niegan que sea algo que esté «decidido», pero el portavoz del PP, Rafael Hernando, aireó ayer que Iglesias ya les había trasladado su intención de ser él quien esté y no otro compañero.