LUIS VENTOSO – ABC – 21/07/16
· «Cortesías» parlamentarias con quienes quieren destruir su país.
España está amenazada por una grave anomalía. Se trata –junto al Reino Unido con su problema escocés– de uno de los únicos países del mundo que en pleno siglo XXI mantienen en solfa su propia existencia. Alemania, Japón, Estados Unidos, Suecia, Francia… Hasta Venezuela o Cuba tienen garantizado algo básico: la unidad nacional; se da por descontado que el país no se romperá. No ocurre así en España, pese a ser la nación más antigua de Europa. Nuestro Estado se enfrenta a un movimiento organizado desde el Gobierno catalán para destruirlo. Ese es hoy el mayor problema de España, pues afecta a lo básico: sin Cataluña, España desaparecería como tal, simple y llanamente.
En el año 2012, ayer mismo, Artur Mas se radicalizó súbitamente y proclamó que el objetivo absoluto de su partido, Convergencia, pasaba a ser la independencia (y por tanto, la destrucción de España). En cuatro años, la amenaza ha ido a más, con vulneración constante de las leyes y una colosal campaña de adoctrinamiento, pagada con fondos públicos. Además, han quebrado las arcas públicas de los catalanes y Convergencia es un partido corrupto hasta la médula, lo que acaba de obligarles a refundarlo.
El lunes, la coalición que Gobierna en Cataluña, de la que forma parte Convergencia, emitió una nueva y detallada proclama con sus planes para romper España, aclarando que ignorarán su legalidad. Es decir, un golpe de Estado civil, una sublevación en regla. Solo unas horas después, y asombrosamente, Pedro Sánchez recomendó a Rajoy que buscase el apoyo de Convergencia y PNV para formar Gobierno. Es decir, le invitaba a gobernar España con la ayuda de un partido que pregona claramente que no tiene otro ánimo que acabar con ella.
Pero la sorpresa todavía iría a más. El PP contó con votos de Convergencia para la formación de la mesa del Congreso y facilitó que los separatistas catalanes tengan grupo propio en la sede de la soberanía nacional española, pese a no disponer de votos para ello. Andrea Levy, una de las nuevas portavoces del PP, ha explicado que fue «un gesto de cortesía». Tras las elecciones de diciembre, Sánchez tuvo en el Senado «cortesías» similares con los separatistas. Rajoy, con acierto, las calificó de «gran error».
El lunes, cuando los gobernantes catalanes presentaron su nueva proclama sediciosa, millones de españoles nos sentimos desamparados: ni una sola voz de altura del PSOE o el PP salió a defender la unidad de nuestro país y darnos tranquilidades. Pero ahora el desasosiego se agrava con la desoladora sensación de que también el PP ha entrado en el pasteleo con quienes vienen a por nosotros.
Es imprescindible que PP y PSOE, dos partidos que se parecen como gotas de agua, aparquen sus ridículas fobias sectarias de ida y vuelta y se unan sin fisuras en un explícito pacto para salvaguardar la continuidad de España. Si no son capaces de garantizar la unidad nacional, ¿para qué los queremos? ¿Qué sentido tiene hacer planes de Gobierno para un país si antes no se garantiza que va a seguir existiendo? Una vergüenza, señores Rajoy y Sánchez, un horrible abandono de sus compatriotas en una hora difícil. ¿Dónde está su patriotismo?
LUIS VENTOSO – ABC – 21/07/16