La Ertzaintza retiró el pasado domingo varias fotografías de presos de ETA en una «txosna» (caseta) situada en la localidad guipuzcoana de Zarauz, ahora gobernada por Bildu, que celebra fiestas patronales.
El responsable del tenderete opuso resistencia, por lo que se produjo un forcejeo con los agentes que, al final, se llevaron las fotos así como una pancarta a favor de los reclusos terroristas. La Ertzaintza, tras identificar al individuo, abrió diligencias. También el domingo, la Policía Autónoma tuvo que retirar varias fotos de los asesinos de ETA que cumplen condena, colocadas en un «gaztetxe» (casa de la juventud), en Ordicia.
Por otra parte, la alcaldesa de Andoain, la bildutarra Ane Carrere, parece mostrarse especialmente cómoda en su papel de administrar o ningunear la seguridad de los concejales del PSE y PP, amenazados por una ETA que aún no ha desaparecido. Si el lunes se entrevistó con el representante socialista, Estanis Amutxastegi, ayer recibió a la única edil del PP, Asun Guerra, quien le pidió que permita que al menos uno de sus escoltas pueda inspeccionar las dependencias del Ayuntamiento para certificar si son seguras, antes de que entre ella.
Pero el caso es que ayer, mientras la concejala popular se reunía con la alcaldesa por espacio de unos 45 minutos en la Casa Consistorial, sus dos escoltas tuvieron que permanecer en el exterior. Asun Guerra reprochó a la regidora bildutarra su «falta de sensibilidad», a lo que esta respondió que «reconocía su error»; pero no parece dispuesta a rectificar. Tan solo le transmitió que «no ve mal» que solo entre uno de sus guardaespaldas para inspeccionar las instalaciones, propuesta que estudiará. Asimismo, Asun Guerra le recordó que si lleva escolta no es por «voluntad propia» y que le gustaría pasearse por Andoain en completa libertad, como todos los bildutarras.
ABC, 29/6/2011