Juan Carlos Girauta-ABC
- Zapatero, que debe de ser un experto en nubes de creer en sus últimas voluntades políticas, se lo estará pasando bomba con ese cine en el cielo
Los informativos de televisión se han convertido en la crónica de una erupción volcánica. El consiguiente mono de noticias políticas me hace ver caras paraidólicas: Redondo y Ábalos se forman fugaces en el cielo sulfúrico. Figurones, fantasmas de los devorados por la lava. Se esfuman apenas formados sus rasgos y su grito a lo Munch, pero en plan socialista: ¿y ahora yo qué v…? Y antes de completarse la pregunta, la implícita acusación de ingratitud, sus voces quedan sepultadas en el rumor telúrico de la pesadilla que te deja sin casa y sin certidumbres. No nos atrevemos a pensar que el volcán sanchista tenga otro final que la consunción total del subsuelo democrático, el vomitarse el sistema a sí mismo.
Otros retratos de humo, de fugacidad y de sanchismo han aparecido en el cielo. Zapatero, que a estas alturas debe de ser un experto en nubes de creer en sus últimas voluntades políticas, se lo estará pasando bomba con ese cine en el cielo. Cualquier día se aparece él mismo y nos da unos consejos y unas reprimendas, en plan madre de Woody Allen. Yo preferiría lo contrario: que nos corporeizáramos todos, coro espectral, sobre la cabeza de Zapatero para comentarle lo que nos debe. Si estuviera en la mina no nos vería. Lo mejor es que nosotros tampoco.
Otra presencia sonada que perturbó la tenida de la PSOE (femenino, correctores, por favor) atormentando a los compañeros y compañeras fue la de Carmen Calvo. Llegó a tomarse a sí misma en serio: a fin de cuentas soy la vicepresidenta primera -se decía-, y algo tendrá el agua cuando la bendicen. Precisamente el sadismo de Sánchez, que es gratuito y solo se ancla a sus oscilantes fobias, consiste en cosas así: esperar a que su número dos en el Ejecutivo llegue a creerse que lo suyo va en serio, que algún merecimiento concurrirá, para sacar de repente la daga de la manga jamón y ¡zas! Fue hermoso mientras duró. ¿Cómo no se iba a aparecer en la tenida? Erupciones de purito azufre. El CO2 no lo menciono para que la pobre no tenga que pagar encima derechos de emisión. Lloraba y lloraba, a ver si le dejaba la culpa clavada en el corazón a su defenestrador y/o decapitador, pero eso es no saber cómo funcionan ciertas psiques. ¿Culpa? ‘Connais pas’.
El cono del sanchismo se rompió cuando los estados de alarma, y no ha dejado de correr la lava ardiente comiéndose cuantas instituciones encontraba por el camino, sin contemplaciones, siguiendo la lógica amoral de la naturaleza desatada. Pura dinámica del magma y de las fallas, de las simas y de los movimientos insondablemente profundos que venían trabajando desde el primer día de democracia para cambiar el autoritarismo de Franco por la autocracia decorada del partido único. La PSOE siempre ha tenido aspiraciones de partido único, desde las amenazas de Iglesias el viejo a Maura, en su parlamentarismo liminar, hasta las vergonzosas consignas de Lastra, en su fase final.