¿Es fácil ser empresario hoy?

IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO

Los progresistas, de todas las texturas, consideran que éste es un momento excelente para ‘apretar’ a los empresarios -tanto a las personas físicas como a las jurídicas-, como solución a los desequilibrios actuales de la economía española y para arreglar las carencias y los desajustes de las cuentas públicas. Vale. Veamos cómo se comporta una cuenta de resultados en estos días. Los precios de los productos, de las materias primas y los semielaborados, han subido más de un 46%. Los de la energía se han multiplicado por dos o por tres, depende de la semana que tomemos como referencia. El Uno de Mayo, con ocasión de las manifestaciones que celebran el acontecimiento, los sindicatos reafirmaron su decisión de no ceder ni un ápice en la adecuación de los salarios a la inflación, a fin de no perder poder adquisitivo.

Seguimos. Ayer supimos que la recaudación fiscal avanza un 20% en el primer trimestre, empujada al alza por los incrementos del IRPF y del IVA. Lo que encarece aún más los productos que venden las empresas, en un entorno de economía estancada, como refleja el magro 0,3% del PIB del inicio de año. Los dineros que capta el Estado suben como consecuencia del aumento de algunos conceptos sensibles para las empresas, como son las cotizaciones sociales y por la simple imposición a la inflación, al negarse en redondo a deflactar los tipos. Para completar la situación, el Ministerio de Economía y el propio Banco de España piden a los empresarios que no trasladen esta tremenda elevación de costes a los precios de sus productos, a fin de no empeorar unos datos de inflación que son gravísimos. Terminamos. Las condiciones de financiación abandonan sus posturas benévolas y se adentran en terreno proceloso. El bono español a diez años flirtea ya con el 2%, una barrera que superará con holgura en las próximas semanas y que contribuirá a empeorar las cosas.

¿De verdad que alguien supone que el común de las empresas de este país disfrutan de márgenes de tamaño suficiente para absorber todos estos movimientos? Pues se equivoca, no es así. Por eso, o trasladan las subidas de los costes a sus precios, empeorando la inflación al someterla a una espiral diabólica e interminable, o se acercan a esa situación llena de peligros para su supervivencia, que supone la disminución/desaparición de márgenes operativos. ¿Es un buen momento para ser empresario? Usted mismo.