Editorial-El Mundo
LA HONDA crisis institucional y territorial que vive nuestro país, agravada por la sentencia del caso Gürtel, requiere de decisiones enérgicas, generosas y responsables. De todos los partidos constitucionalistas, por supuesto, pero también del presidente del Gobierno. Con la legislatura agotada, Mariano Rajoy no puede permitir que se prolongue innecesariamente un tiempo muerto en el que las iniciativas legislativas y ejecutivas quedarán bloqueadas por la parálisis de un Gobierno en minoría, la división de la oposición y las acciones disolventes y antisistema de independentistas y populistas. Para ello, como le insta hoy Albert Rivera desde estas páginas, debe convocar elecciones anticipadas para que los ciudadanos elijan a un nuevo presidente del Gobierno que afronte con solidez y energías renovadas los dos principales retos de nuestra democracia: el desafío soberanista y la consolidación de la recuperación económica, garantía del bienestar de los españoles.
Mariano Rajoy ha de actuar con honestidad y dignidad políticas. No puede dilapidar los éxitos de sus años de gestión enrocándose tozudamente en el poder y poniendo en riesgo la estabilidad y la credibilidad de nuestro país ante nuestros socios europeos y los inversores internacionales. Tiene razón el líder de Ciudadanos en que antes de llamar a las urnas a los españoles, el Gobierno debe pactar la extensión del artículo 155 para evitar que la delirante y persistente acción de los separatistas continúe conculcando los derechos y libertades de los catalanes. Es evidente que la prudente acción del Gobierno no ha sido suficiente para neutralizar a quienes quieren destruir el modelo territorial y la forma de Estado que determina nuestra Constitución.
Pero además, una vez fracasada, como es de prever, la precipitada y torpe moción de censura anunciada por Sánchez, para la cual no sólo no consultó a la oposición, sino tampoco a los dirigentes de su propio partido, el Gobierno ha de asegurar la aprobación de los Presupuestos Generales en el Senado. Y una vez logrados ambos objetivos, sería el momento de la convocatoria de elecciones para poner fin a la legislatura. Es mejor que sean todos los españoles, como recuerda Rivera, los que elijan a sus representantes que no los diputados de unos partidos que trabajan en contra de la unidad y la prosperidad de España.
Rajoy debe aceptar que su ciclo al frente del Gobierno ha llegado a su fin. Lo sensato sería convencer a Pedro Sánchez de que retirase su moción de censura y regrese a la responsabilidad política. PP, PSOE y Cs tienen la obligación ante los españoles de ponerse de acuerdo y encontrar una necesaria solución pactada para que no se siga deteriorando el funcionamiento de nuestras instituciones ni la imagen exterior de España.