ABC 06/03/17
ENTREVISTA Santiago Milans del Bosch Abogado y magistrado en excedencia
Santiago Milans del Bosch, magistrado y fiscal en excedencia, celebra el primer aniversario de su despacho, Milans del Bosch Abogados. En su balance destaca la reapertura de un asesinato de ETA prescrito, el de «los novios de Cádiz», el guardia civil Antonio y su novia, Hortensia, ametrallados en Beasain en enero de 1979.
P–¿Cómo valora el argumento del fiscal para reabrir la causa?
R–Positivamente por dos motivos. Primero, no se ha pronunciado en contra de nuestros argumentos, la no prescripción de los asesinatos terroristas por los convenios internacionales; segundo, desde el punto de vista jurídico se sostiene que en un delito de atentado terrorista con resultado muerte también está el de pertenencia a una organización terrorista, un delito que, si uno no se ha retirado entregando las armas en acto público, se sigue cometiendo, es de tracto sucesivo. Por eso lo primero que hay que hacer es averiguar quiénes son los asesinos y los ideólogos.
P–Algunas víctimas critican que, si este argumento es válido, por qué no se ha usado antes.
R–Sí, yo no entiendo por qué no se ha aplicado antes o por qué no se aplica de oficio en todas las causas dormidas, más de 300 asesinatos impunes. Pero me quedo con lo positivo, que el Ministerio Público se ha despertado con un escrito en el que indicábamos qué pistas podían seguir la Policía y la Guardia Civil para saber quiénes son los autores materiales de esos asesinatos.
P–¿Qué esperanzas tiene?
R–El juez ha mandado que se investigue al respecto y esto supone una esperanza. La puerta no está cerrada, que se quiten las telarañas del sumario, se desempolven documentos, se cotejen con las nuevas detenciones y con la documentación intervenida en zulos y pisos francos. La esperanza es que se averigüe quiénes son, poner nombre y apellido y sobre todo poner cara a los asesinos, que declaren y respondan a las preguntas.
P–En los años de plomo se cerraban sumarios con apenas cuatro folios.
R–No solo de cuatro folios, sino sin ninguna diligencia más que la inspección ocular. Pero ahora las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tienen más medios. Es una satisfacción para las víctimas. La justicia tiene que llegar, y si hasta ahora no lo ha hecho es porque ha funcionado mal.
P–¿Cómo influirán los cambios en la Fiscalía General del Estado y en la Fiscalía de la Audiencia Nacional?
R–Significan un cambio de aires y eso siempre es bueno. Sin desmerecer a los anteriores, desde dentro a veces el árbol no te deja ver el bosque. El nuevo Fiscal General del Estado tiene esa visión planetaria que da el Tribunal Supremo, de donde viene, y eso es positivo, aunque sigo echando en falta una fiscalía especial contra el terrorismo, como existe la Fiscalía Anticorrupción, porque en la de la Audiencia Nacional llevan otros muchos asuntos.
P–¿Están intentando reabrir más casos?
R–Ya estamos personados en otros dos asuntos en los que hemos dado pistas para que se investigue. Además, gracias al acuerdo que tenemos con la fundación Villacisneros, a las víctimas no les cuesta ni un duro. De hecho, las familias de Antonio y Hortensia ni siquiera han cobrado la indemnización 38 años después del atentado.