Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo
Este tipo de cosas nos desaniman mucho a los espíritus sensibles y a las almas cándidas, que vivimos los acontecimientos con una mezcla de sorpresa y desazón. Me refiero a asuntos como estos. Oiga lo que oiga y lea lo que lea, siempre es la misma melodía fiscal, el mismo mensaje alrededor de los impuestos: «Los que más tienen deben pagar más y a las grandes empresas hay que apretarles más». Nadie repara, ¿o sí?, pero da igual, en que son perogrulladas que desconocen el hecho cierto de que llevamos décadas haciendo tales cosas. Todos los beneficios son desmesurados y extraordinarios por su tamaño. Nadie se acuerda de los capitales comprometidos para obtener esos resultados y, por supuesto, nunca se habla de los conceptos en los que gastamos lo que ingresamos. Solo nos ocupamos del volumen del ingreso y solo nos gusta la vía cómoda y rápida del aumento de los tipos impositivos y nunca del ensanche de las bases imponibles, que es una tarea mucho más fatigosa y lenta.
Pero claro, luego ¿qué vemos? Vemos que la primera decisión del nuevo Gobierno vasco fue aumentar el número de consejerías hasta conformar el Gobierno más numeroso de la historia. ¿Era una demanda social imperiosa? No, era una necesidad de los partidos para acomodar con comodidad a sus huestes. Y vemos ahora que una de las primeras decisiones de la nueva Consejería de Industria es convocar un concurso para definir la política industrial vasca. ¿Cómo es esto? ¿Los nuevos rectores de la Consejería de Industria desconocen los problemas de la industria e ignoran su solución? Pues estamos buenos.
¿Y la pléyade de asesores tampoco lo sabe? ¿Y la acumulación interminable de organismos y agencias tampoco? ¿Los cuatro centros de investigación y los 17 centros tecnológicos agrupados en el red BRTA tampoco? ¿Qué hay de Orkestra? ¿Qué se sabe de las 25 asociaciones sectoriales y de los 14 clústers existentes? ¿No saben en la SPRI nada de política industrial? ¿No saben en el EVE nada de política energética?
¿De verdad que disponiendo de esta inmensa red de entidades necesitamos acudir a un tercero para que nos haga este trabajo de análisis y conclusiones que, además, ha sido analizado miles de veces desde los más diversos puntos de vista? Seguro que si cualquier funcionario de la consejería mira a su izquierda verá en el armario más próximo un montón de estudios almacenados allí que podrán consultarlos. Todos hablan de lo mismo. De lo que se iba a hacer y no se hizo.