Estados Unidos nunca ha sido tierra de promisión para Pedro Sánchez. La primera vez que fue, para dar una charla a los alumnos de la Universidad George Mason,  se perdió en Washington. Era enero de 2015. El rector, Angel Cabrera, dijo escéptico: “Espero que sepa gobernar el país mejor que el gps”.

Ya hemos visto que no, pero en este viaje no parece que se haya centrado más. Al término del mismo, los beneficios políticos han sido nulos. Se entiende que este presidente  llegara a elegir como ministra de Exteriores a González Laya, aunque a Moncloa solo le ha faltado decir que no nos hemos reunido con Joe Biden porque no hemos querido. Veníamos a hablar de negocios. Si vamos a setas, a setas; cuando a Rolex a Rolex.

No parece que en el terreno económico le haya ido mucho mejor. No ha arrancado un solo compromiso firme de inversión de sus contactos empresariales, cosa que tampoco es de extrañar cuando su vicepresidenta segunda comentó sus encuentros de manera desapasionada: “nuestra prioridad son los parados, no los fondos de inversión” y “supongo que habrán hablado de impuestos; es lo único interesante de una visita a un gran fondo de inversión”. Es un error que no se haya llevado a la Reina de África. De economía no sabe mucho, pero habría sido una alianza eficaz con los estadounidenses afroamericanos (el 13% del total).

Es verdad que para meter la pata se basta solo. ¿no habrá nadie entre los suyos que le advierta de que allí no se ve con buenos ojos que un gobernante mindundi viaje a EEUU para ajustar cuentas con su oposición? Busquen el video en el que afirma: “Soy un político que cumple, la oposición solo grita”. Y si esto se ve mal, ni les cuento cómo se toman que vaya nadie a criticar a un ex presidente de EEUU. Aunque sea Trump, aunque aproveche el lance para dar jabón a Biden que no lo quiere ni ver. El gobernante socialista no es animal que acostumbre a escarmentar en cabeza ajena, pongamos que hablo de Zapatero negándose a ponerse de pie al paso de la bandera de las barras y estrellas, que tanto nos costó en términos de inversiones.

¿Cómo lo va a recibir Biden si el mismo día que EEUU sanciona a las autoridades cubanas por la represión, con una razón impecable: “defender  la dignidad humana y la libertad es una prioridad máxima para mi administración”, el visitante no invitado critica el embargo y pide que se deje  a los cubanos elegir su camino sin  interjerencencias (sic)? Sánchez y su Gobierno han negado que Cuba fuera una dictadura, pero son el Gobierno cubano y el Partido Comunista las grandes ‘interjerencias‘ que impiden a los cubanos elegir camino alguno.

Aprovechó el viaje a California para reivindicar el español, compromiso que no asume en Cataluña, para que todos los niños puedan educarse en su lengua materna. Ya puestos, expresó su voluntad de convertir a España en el Hollywood de Europa. Eso ya está hecho hace muchos años, presi, soy testigo. Con 15 años trabajé junto a Clint Eastwood (yo con menos frases) en una película muy notable, que revitalizó el western, muy decaído en Hollywood entonces: ‘El bueno, el feo y el malo’. Él no había nacido y no puede acordarse el hombre.