La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, decidió ayer poner temporalmente en remojo sus planes para un segundo referéndum de independencia. Sturgeon anticipó que todos los esfuerzos del Partido Nacional Escocés (SNP) se concentrarán a partir de ahora en forzar al Gobierno de Theresa May a un Brexitblando que incluya la permanencia en el Mercado Único y en la unión aduanera.
El anuncio se produjo al cabo de 19 días del batacazo sufrido por el SNP en las elecciones anticipadas, en las que perdió 21 diputados (de 54 a 35). El ex ministro principal Alex Salmond y el ex número dos del partido Angus Robertson no lograron revalidar su escaño en lo que se interpretó como un rechazo implícito de los escoceses al que ya se conocía como #indyref2.
Sturgeon recordó sin embargo que el Parlamento escocés –con el apoyo del SNP y del Partido Verde– ha dado el visto bueno a una segunda convocatoria que podría llegar después del Brexit y en función de las circunstancias.
«Decidir cuándo se hará es una cuestión de buen juicio», recalcó Sturgeon. «Respeto a quienes no quieren un nuevo referéndum, aunque muchos otros quisieran que se celebrara mañana (…). En cualquier caso, el derecho debería ejercerse en los intereses colectivos de nuestra nación».
En la primera consulta, celebrada en septiembre de 2014, el no a la independencia venció por 10 puntos de ventaja (55% a 45%). Desde entonces, el apoyo ha ido fluctuando y alcanzó un punto álgido tras el referéndum de la UE, en el que los escoceses votaron a favor de la permanencia por un amplísimo margen del 62% frente al 38%, en contraste con la victoria del Brexit por cuatro puntos (52% a 48%) en el conjunto del país.
Sturgeon anticipó que el SNP buscará a partir de ahora alianzas con otras fuerzas políticas para impulsar el Brexitblando en el Parlamento. La ministra principal reiteró su intención de dar a los escoceses la oportunidad para pronunciarse al final el proceso y anticipó que en otoño hará un posterior anuncio sobre sus planes de futuro.
Ruth Davidson, líder del Partido Conservador en Escocia, dio la bienvenida al anuncio, pero pidió a la ministra principal que dé un paso más allá y cancele indefinidamente los planes para una segunda consulta soberanista. «La obsesión del SNP con el referéndum se ha traducido en la pérdida de 21 escaños y medio millón de votos en las últimas elecciones», advirtió Davidson. «La confianza en el liderazgo de Nicola Sturgeon está cayendo con el paso de las horas».