EL MUNDO 08/01/15
· Interior lo comunica al Ejército y refuerza la vigilancia policial en aeropuertos, estaciones de tren, centrales nucleares y edificios estratégicos del Estado
El atentado perpetrado ayer en París ha tenido consecuencias inmediatas en España. Tras una cumbre policial de mandos antiterroristas, el Ministerio del Interior decidió elevar en un grado el nivel de alerta en España, que pasa del 2 al 3 en su grado de baja intensidad. El titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró que esta situación era temporal y que no había datos adicionales que hicieran aumentar el temor a un atentado terrorista ahora en España. El nivel de amenaza es el mismo hoy que el de hace dos días, según Interior. No obstante, se decidió aumentar la alerta ante el temor al efecto eco, al «efecto emulación». Esta alerta significa aumentar la vigilancia en aeropuertos, estaciones, centrales nucleares y edificios estratégicos del Estado. Además, el Ministerio del Interior ha informado del cambio de nivel al Ejército.
El ministro del Interior se esforzó ayer por tratar de dejar claro que no hay elementos «adicionales» que supongan que en España existe más riesgo hoy que ayer de sufrir un atentado terrorista islamista. No obstante, tras mantener un encuentro con los máximos responsables de la lucha antiterrorista, los especialistas apostaron y obtuvieron el visto bueno de los responsables políticos, por elevar el nivel de alarma de atentado.
Hasta la fecha, España se encontraba en el nivel 2 de alarma de intensidad alta. Ahora, desde ayer, esa alarma se ha elevado al nivel 3 en su grado mínimo. Como detalló Jorge Fernández Díez, existen cinco niveles de alarma, desde el 0 hasta el 4. Y en cada uno de los tramos, dos niveles: alta y baja intensidad.
Recordó el ministro que el nivel 3 que ha dado orden de poner en marcha ya es el mismo nivel, aunque en su graduación más baja, que durante nueve días se activó el pasado mes de mayo cuando se produjo el relevo en la Casa Real, la sustitución de Don Juan Carlos por el Rey Felipe VI. En aquella ocasión se llegó a blindar el espacio aéreo de Madrid durante las horas de la coronación. Incluso, dos aviones F-18 estuvieron en el espacio aéreo para garantizar este blindaje.
En el nivel puesto en marcha a partir de hoy, no se llega a ese punto. Se produce un reforzamiento, con unidades de las Fuerzas de Seguridad de Estado especializadas en intervenciones especiales de infraestructuras esenciales para el Estado. Según el plan estratégico de seguridad de las infraestructuras sensibles, se puede llegar a bloquear la entrada a estos edificios salvo a los trabajadores indispensables y necesarios con los que lograr que la infraestructura mantenga su operatividad. Este reforzamiento de la seguridad incluye centrales eléctricas, centrales nucleares, aeropuertos, estaciones de transporte, edificios del Estado, entidades financieras….
Además, el nivel 3 acordado supone también informar al Ejército de las medidas llevadas a cabo. No conlleva directamente la participación en el despliegue de efectivos militares, pero sí que estén informados de los pasos que está dando la seguridad del Estado.
El ministro aseguró que estas medidas no son para mantenerlas en el tiempo, que son temporales, y que España está amenazada como cualquiera de los países que forman parte de la cultura occidental que está combatiendo el terrorismo islamista.
El gran temor, no obstante, de los responsables policiales es el efecto eco, que se produzcan movimientos de imitación. El temor a la «emulación». El ministro indicó que durante la jornada de ayer se habían producido varios avisos falsos de bomba en medios de comunicación (El País, Libertad Digital, El Economista).
El efecto de la emulación es la gran preocupación ahora de los responsables de Interior que se constató en el encuentro en el que estuvieron mandos de la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia.
Pero, además de elevar el nivel de alerta, los servicios de información han aumentado también su vigilancia sobre potenciales objetivos y sobre figuras radicales que están desde hace meses en su punto de mira. Son más de 350 las operaciones que los cuerpos policiales están llevando a cabo contra células durmientes, radicales, de captación… Sobre, al menos, un centenar de esas investigaciones, tras el atentado de París, se ha optado por «apretar» las vigilancias.
Además, también en el ámbito carcelario se ha aumentado el seguimiento sobre los elementos radicales que están actualmente cumpliendo condena por sus vínculos con el terrorismo yihadista, más de 300 presos.