EL CORREO 11/07/14
· Desde enero no ha habido un solo acercamiento y una decena de internos han sido trasladados a centros más apartados
El Gobierno de Mariano Rajoy no va, ni mucho menos, a seguir los pasos del Ejecutivo francés, que parece dispuesto a estudiar acercamientos de presos de ETA. El Ministerio del Interior que dirige Jorge Fernández Díaz no solo mantiene intacta su política de dispersión sobre los reclusos de la banda cuando se cumplen mil días desde la declaración de cese «definitivo» de su actividad armada, sino que la ha endurecido en el último medio año con continuos alejamientos, a la vista de las últimas estadísticas oficiales y de los colectivos de familiares de internos.
Después de 33 meses del anuncio del 20 de octubre de 2011 del final de la violencia, el número de etarras en España integrados en el EPPK (colectivo de presos políticos vascos, fiel a las directrices de la banda) ha disminuido por el cumplimiento de las condenas y la caída de las detenciones: de 522 reclusos en noviembre de 2011 a apenas 370 ahora, un 30% menos. Pero siguen tan dispersos como entonces, repartidos por 48 prisiones.
Con la llegada del PP al Gobierno en la Navidad de 2011, se cegó la ‘vía Nanclares’, los acercamientos selectivos de presos disidentes de la banda a las cárceles de Álava, Zuera (Zaragoza) y Villabona (Asturias). Y desde entonces, los únicos movimientos son alejamientos a modo de castigo o, a lo sumo, traslados ‘en horizontal’ por cuestiones de organización o autorizaciones por motivos médicos o familiares.
Como muestra, un botón. Desde enero, más allá de las excarcelaciones por cumplimiento o los traslados a Madrid para juicios, solo se ha movido de cárcel a quince reclusos de ETA, o sea un 4%, de los que diez han sido para llevar a los internos a centros aún más alejados. Los otros cinco han sido traslados para fracturar los grupos de presos. Entre los alejados en este último medio año está Jon Urretabizkaia, el terrorista que gritó varios «Gora ETA» a la salida del funeral en el que enterró a su padre. Urretabizkaia ha sido llevado de Córdoba a Puerto I, en Cádiz, el penal más distante de Euskadi. Aitor Fresnedo, que intentó matar a Manuel Fraga en 1996, ha sido alejado de Castellón a Jaén. A la cárcel de Foncalent, en Alicante, han sido llevados desde Ávila y Cáceres Olatz Lasagabaster, detenida con 75 kilos de explosivos, y Jorge Txokarro.
Los históricos e irredentos de la banda se mantienen dispersos. A ellos se ha unido la abogada de presos Arantza Zulueta, en el penal gaditano del Puerto de Santa María. La jefa del colectivo, Ana Belén Egues, sigue en Algeciras; los exjefes de la banda Xabier García Gaztelu, ‘Txapote’ e Irantzu Gallastegi, en Huelva.