EL MUNDO – 05/11/16
· El dirigente de Podemos Ramón Espinar volvió a repetir ayer los mismos argumentos para defender la operación inmobiliaria con la que se lucró vendiendo un piso de protección oficial y se negó a aclarar las últimas informaciones que se han publicado sobre el caso.
En particular, el senador y aspirante a liderar Podemos en Madrid –es el candidato de Pablo Iglesias frente a la candidatura que apoya Íñigo Errejón– fue ayer preguntado por el hecho de que pidiera a la Comunidad de Madrid permiso para vender la casa al mismo precio que la compró (140.000 euros), pero luego cerrara la operación por 35.000 euros más, con el consiguiente beneficio. «Sí, claro, podría haberlo vendido al precio más barato… y regalarlo también», se limitó a ironizar Espinar.
Según su relato, cuando realizó la operación «era un chaval que cometió el error de querer comprar una vivienda por encima de sus posibilidades» y luego tuvo que venderla. Siendo así, el tono que está empleando en sus comparecencias por este asunto es de sorpresa: «Yo no sé de qué se me acusa».
De lo que se le acusa es de haber logrado un beneficio económico con un piso de protección oficial que nunca llegó a ocupar. Lo empezó a adquirir a través de una cooperativa cuando estaba estudiando y luego llegó a formalizar la compra, con su hipoteca incluida. Sin embargo, nunca llegó a mudarse a esta vivienda, sino que la vendió a los pocos meses, obteniendo un beneficio económico por el incremento del valor por los años transcurridos.
«Paso al frente»
Pero Espinar no quería ayer entrar en detalles sobre este asunto. Compareció en rueda de prensa para presentar su candidatura a las primarias de Podemos en Madrid –que se celebran estos días y que serán claves en la pugna por el control del partido que libran Pablo Iglesias e Íñigo Errejón– y se centró en denunciar la información sobre la operación inmobiliaria como un intento de terminar con sus aspiraciones políticas. «El objetivo de los poderosos es que retirara mi candidatura, pero doy otro paso al frente», manifestó.
Dicho esto, adoptó el papel del dirigente político acosado de forma injusta por los medios de comunicación, en la línea de lo que Pablo Iglesias y sus afines están repitiendo desde que apareció la información del piso de protección oficial. «Nadie hará política por nosotros», proclamaba ayer Espinar, «esta candidatura ha pisado callos a los poderosos».
En este sentido, el senador de Podemos no dudó tampoco en utilizar el caso de su operación inmobiliaria para reforzar su propia candidatura. Los militantes del partido en Madrid, dijo ayer, tienen «la oportunidad de votar contra una ofensiva del poder económico».
Espinar se ha cuidado mucho los últimos días de responsabilizar a la candidatura rival –la que encabeza la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre– de la información sobre su piso y ayer recordó que conoce a Maestre desde la época de la universidad y que se tienen «el máximo de los respetos». Sin embargo, a la hora de agradecer el apoyo que ha recibido estos días, Espinar menciona exclusivamente a los miembros del núcleo duro de Pablo Iglesias, del que él forma parte, y a la corriente interna de Anticapitalistas, aliada suya en las primarias de Madrid.
Por si quedara alguna duda, ayer terminó asegurando que «hay una voluntad de intervenir y de injerir» en el proceso interno que se desarrolla en Madrid. De la venta de su piso, ninguna aclaración más.
EL MUNDO – 05/11/16